Deseos Prohibidos {#DP 1}

capitulo 15 (Editado)

Stephen

Idiota.. debería haber dicho que no, tenía que decir que no, pero tenía que tocarme y colocar su cara de Ángel , tan simple como eso para que accediera.Para empezar ni siquiera debería haber llegado a su casa...no tenía que acercarme tanto, lejos estaba bien, podía.

Ya no saco nada lamentando cosas que estaban hechas, sólo debo lograr mantener mis emociones lejos de ella...y por emociones no me refiero a esa mierda del amor, si no a lo contrario, jamás me importó lastimar a alguien...hasta que tuve la desgracia de conocerla a ella.

Es demasiado buena, demasiado para ser siquiera cierto, tiene tanta fe en que puede cambiarme...tan ingenua para creer que puede enamorarme.Si logro mantener mis manos lejos de ella estará a salvo... es ridículo como todo en mi puede parecerle atractivo, incluso cuando soy un idiota con ella...¿es siquiera eso lógico?

No tarde mucho en llegar a mi departamento, estaba molesto conmigo mismo por dejar que ella me hiciera débil, eso no debería haber ocurrido.Apenas entre a casa vi a gabriela sentada sobre el mesón de mi cocina americana, suspire y cerré la puerta tirando las llaves

—Que haces aquí? No estoy de humor  —me quite mi chaqueta y camine hacia ella, decidido a olvidarme de mi horrible dia.

—Puedo hacer que tu humor mejore  —su voz me molestaba más que otro días, pero ahora mismo no importaba mucho, tome su pequeña cintura y abrí sus piernas para posicionarme entre ellas, sus manos viajaron a mi cabello acariciándolo lentamente-

—No lo puedes mejorar, pero si entretenerme un momento — la tomé haciendo que sus piernas rodearan mi cintura, no tarde mucho en desarme de su vestido, y de todo lo demás, Gabriela era buena amiga... la mejor en mucho tiempo, entiende perfectamente que esto es todo lo que habrá alguna vez, una de las razones por las cuales mis manos deben estar lejos de Carther....Carther... las manos de Gabriela no eran tan suaves como las de ella... mierda... no podía comenzar con las estúpidas comparaciones ahora mismo.

Gabriela noto lo distraído que estaba y frunció el ceño, pero no paro, y cuánto se lo agradecí, se quedó toda la noche , no es necesario que diga a qué, es demasiado obvio... ahora con ella dormida en mi cama y yo en el sofa tomando un trago me pregunto cuanto sera capaz de odiarme Carther...lo peor de esto es que ella tiene una idea de mi que lamentablemente será destruida, se que no piensa que soy un ángel...pero no sabe lo hundido que estoy, nunca me había asustado la idea de undir a alguien conmigo, pero si Carther sigue intentando salvarme, terminara en el fondo de un oscuro y profundo océano del cual no va a salir fácilmente.