Estaba sentada en mi cama mientras veía como tocaba el lienzo de mi pintura aún sin terminar.
La miraba con atención, parecía realmente interesado en ella, volteo a verme un segundo para volver a ver mis cuadros, se quedó un par de minutos en el retrato de mi madre.
—Esa era mi mamá — sonreí y me levanté para acercarme al cuadro— era muy bonita, fue uno de mis primeros cuadros, no es muy bueno...pero es mi versión de ella — me escuchó con atención, cada palabra que decía parecía analizarlas , se detuvo frente a un cuadro pequeño de un árbol secándose, pasó sus dedos por el y se detuvo cuando vio que lo miraba.
—Ese lo hice después que ella se fue, todos los cuadros que pinto, hablan de algún momento de mi vida— Se acercó a mí de pronto y me rodeo con sus brazos, me tomo por sorpresa su gesto, pero no podía estar más feliz de tenerte cerca, me acomodé en sus brazos y levanté mi rostro para encontrar el suyo.
—Tengo que dejarte Carther...—le sonreí sin saber a qué se refería exactamente-
—Quédate un poco más, mi padre no llega hasta la noche —me acerco a el y besó mi frente, sus manos acariciaron mi cintura e inclino su rostro para encontrar mis labios, mis manos se enredaron en su cabello y mi cuerpo se apego al suyo.
Mordí sus labios, sus manos viajaron a mis caderas y rodee las suyas con mis piernas. Acaricie sus labios con los míos, se apartó un momento para verme- se lo que estás intentando de hacer y no va a funcionar
—¿A no? — Arqué una ceja y lentamente bese su cuello— yo creo que si..—
—Carther...— su respiración comenzaba a cambiar, en ese momento pensé que era bastante simple convencerle. Me sentó sobre la encimera y se apartó— no es que no quiera pero no haré esto en tu casa—
—¿No harás que?— mordí mi labio sonriendo, me miró de mala gana-
—No pienso follarte sin piedad en tu casa...—acarició mi rodilla subiendo lentamente por mis muslos— me estás provocando un jodido dolor en el entrepierna Carther...
—Podemos solucionarlo — mi respiración cambiaba a medida que su mano se acercaba cada vez más a mi, pero se detuvo a medio camino—dije no Carther...— se acercó a mis labios y los beso lenta y dolorosamente— y no sigas probando a mi autocontrol—
—Tu me estás provocando...— dije apenas audible, mis mejillas se tornaron de un color rojizo, sus labios depositaron un beso en una de ellas-
—Debo irme... —sus labios rozaron el lóbulo de mi oreja, cerré mis ojos mientras podía sentir como sonreía- te entregaré tu teléfono mañana, está bien? —asentí sin decir una palabra-
—¿Puedo... llamar a Carlos antes?— se apartó un poco para quedar frente a mi—supongo que Carlitos no tiene estos beneficios verdad? ...no me gusta la idea de que el haya entrado a este cuarto antes que yo—
Sonreí y rodee su cuello con mis brazos— yo supongo que ahora soy tu única "amiga" con este tipo de beneficios verdad?—
—Eres la única—me beso rápidamente y se separo— toma— saco el teléfono de su bolsillo- puedes llamarlo nena—
—No te estaba pidiendo permiso— sonrei y tome el teléfono mandándole un mensaje a mi mejor amigo, pero antes debía revisar el que me había llegado hace un par de minutos.
"Tu, ratoncita, definitivamente no eres la única 😉, no gastes tu tiempo, ten un precioso día, tan precioso como está foto, es mi tatuaje favorito, a que es el tuyo también"-
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Me quedé mirando la foto unos segundos, sabía que esto era posible, de hecho lo estaba esperando, no era que me sorprendiera, de hecho era bastante ridículo de parte de la chica mandarme esto, después de todo éramos amigos ¿no?
—Toma — le lance el teléfono, lo alcanzó a tomar a tiempo, frunció el ceño—¿ te lo lancé yo?
—¿Ya te ibas no?— me miró sin entender mi repentino cambio de actitud, estaba intentando no molestarme, pero verle la cara ahora mismo no ayudaba.
—¿Es idea mía o estás molesta por algo?—sonreí lo mejor que pude y negué con la cabeza— no, es Carlos que no me contestó, pero debe estar ocupado es todo, quieres que te vaya a dejar a la puerta? —me acerqué a la puerta de mi habitación para abrirla-
—No es necesario... ¿segura que estás bien?—se detuvo frente a mi esperando alguna respuesta de mi parte.
—Claro, ¿por que no iba a estarlo? —no es como si me dijeras que soy la única y te acostarás con alguien más—
—No lo se , pareces molesta...¿por que estás apretando la mandíbula?—me acerqué y saqué el teléfono de su bolsillo, teléfono que era mío, abrí el mensaje y se lo entregué, se quedó en silencio un minuto y luego me vio encogiéndose de hombros—¿Qué pasa con esto? Por esto estas molesta?—
—Vale, ¿me estás hablando enserio? Si no te importa me gustaría ser al menos exclusiva en esto, lo que sea que tengamos, o si no, puedes avisarme para comenzar a divertirme también — abrí la puerta y salí del cuarto más molesta que antes ¿ por eso está molesta? Que idiota, no se porque acepte perder así mi tiempo con el-
—Oye, hey nena— lo escuché reír y sus brazos rodearon mi cintura mientras trataba de seguir mi camino- sólo estaba bromeando preciosa —beso mi mejilla repetidas veces—¿no estarás hablando enserio verdad?—me aparte quitando sus manos de mi cuerpo.
—Es asqueroso que estés conmigo y con esa tipa también, lo sabes no? Me hace sentir pésimo, pero sospecho que te importa muy poco — suspire y baje las escaleras- además porque me dice ratoncita?— me detuve a la mitad y lo mire— Es bastante frívolo de su parte
—Por que lo es?— bajo lentamente las escaleras sin apartar su mirada de mi- —Mi madre me llamaba así cuando era pequeña, y la verdad me jode bastante que me llame así — abrí la puerta para invitarlo a irse.
—¿Cómo iba a saberlo? Sólo te está molestando Carther—se acercó para despedirse pero me aparte , suspiro mirando hacia en techo, comenzaba a perder la paciencia —¿te vas a comportar como una cría o podemos hacer las cosas como adultos?—
—¿Crees que esto está bien? —lo mire esperando alguna reacción inteligente de su parte, pero nada—claro que si lo crees.. sólo vete¿ vale?
—Si me voy, no quiero llamadas a las tantas de la noche pidiendo disculpas — rodé los ojos y abrí aún más la puerta—descuida eso no va a pasar—
Apretó la mandíbula y salió como alma que se la lleva el diablo, cerré la puerta de un golpe, me asomé por la ventana para ver si se arrepentía y volvía, pero vamos... creía que acostarse con alguien más estando conmigo era genial. Subió a su auto y se fue.
No pensaba llorar por esto, pero si golpear un par de cosas, lo que si era triste es que no tenía a mi mejor amiga para contarle mis problemas, y tampoco teléfono para marcar a Carlos, mi teléfono... ¿Cómo demonios lo iba a recuperar sin tener que verlo? La comida familiar... mierda, tendría que ir a casa de Carlos a pedirle que me acompañará, porque definitivamente con Stephen no podía contar, esto pasa por encerrarme tanto en una sola persona y olvidar que hay más a mi alrededor.
Sola en casa, sintiéndome estúpida, sólo me haría terminar en las lágrimas. Tocaron la puerta dos veces, y no puedo mentir, casi corri hasta ella teniendo la esperanza de encontrarme con Stephen en la puerta. La abrí con una sonrisa no esperando lo que iba a encontrar al otro lado-
