PREFACIO

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...Yo sólo iba a saludar al mejor amigo de mi padre y al dar la vuelta... los vi...
Al instante, una oleada de pánico se apoderó de mí al ver a tres personas acorralando a Edgar, el mejor amigo de mi padre. Me escondí instantáneamente detrás de un barril lleno de pescado fresco.

Eché una mirada rápida a las tres personas frente a Edgar; una era mujer, tenía los ojos color rojo sangre, piel pálida. Su cabellera era corta y conformada de rizos anaranjados, alborotados alrededor de su hermosa y esbelta cara. Los otros eran hombres, ambos con los ojos color rojo sangre, piel pálida, al igual que la mujer.

Uno de ellos tenía el cabello color castaño claro, lacio, y en corte estilo militar. El otro tenía cabellera ondulada de color negro, hasta el hombro, y lo llevaba agarrado en una media cola.
Todos tenían un leve color violeta debajo de los ojos, como si no hubieran dormido por semanas.

Los tres eran muy similares pero a la vez diferentes, emanaban un aroma muy seductor. No pude evitar salir de mi escondite y dar un paso inconsientemente, hacia ellos... los tres sonrieron de oreja a oreja con excitación.

Me sobresalté cuando la mujer gruñó y se abalanzó sobre mí, aventándome contra la pared detrás mío con la cuál impacte violentamente. Podría jurar que me había quebrado la mitad del cuerpo.
Quedé sentada en el suelo, casi no podía moverme. La mujer me levantó la cara tomandome por la barbilla, al mismo tiempo que el hombre de cabellera negra le gritaba:

—¡Tori, deja a esa humana para después, ahora tenemos que deshacernos de él! —dijo volteando a ver a Edgar.

—¡Sólo me estoy divirtiendo con ella Joshua, pueden tomarlo Harry y tú! Yo quiero a la chica... —dijo acercándose a mí.
—¡Nadie toma a una presa para sí solo, la tenemos que compartir! —le bufó Harry.

Tenía mi cabeza apoyada en la pared. Los tres voltearon hacia la derecha y seguí su mirada rápidamente. Pude observar como Edgar corría hacia la cabina de teléfono, encerrandose y gritando para pedir ayuda.

Harry, Joshua y Tori corrieron a una velocidad impresionante hasta allá. Harry sacó a Edgar de la cabina, lo tiró al suelo, y se arrodilló frente a él. Joshua y Tori hicieron lo mismo... Escuché los gritos desgarradores de dolor de Edgar y cómo gruñían los tres a la par. Yo seguía sin poder moverme, todo lo que podía hacer era llorar...

Después de unos minutos los gritos de Edgar cesaron, al igual que los gruñidos... volteé rápidamente y se levantaron del suelo. Tenían la ropa salpicada de sangre y caminaban lentamente hacia mí... Todos tenían sangre escurriendo de su boca.

Tori llegó antes a mí, limpiandose la sangre de su boca con... la lengua... Me sonrió...
Supe que era mi fin...

The Start Of My Vampire Life ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora