Rosas Rojas

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-Sí Beth. Vi también siente lo mismo por ti.- Vaya. No pude emitir sonido alguno. Basta con que ella sepa lo que estoy pensando, gracias a Karen esa duda ha quedado disipada al fin. Pero un queda otra duda más...
-Karen... ¿Vino Jorge hoy a la casa? Hace mucho que no le veo.-
-No Beth, Jorge anda fuera de la ciudad. Después de lo sucedido su madre se lo llevó de vacaciones.- No pienses. Habla.
-oh... ¿Sabes quien deja flores en mi cuarto?- dije lenta y pausadamente cada palabra. Karen volteo a verme unos segundos.
-Claro que lo sé.- su tono de voz era tranquilo. Si no fue Jorge, entonces solo pudo haber sido alguien mas...
-¿Puedo saber quien es?- Karen rió fuertemente. Descubierta de nuevo.
-Creo que la respuesta que buscas ya la sabes tú.- Dijo apoyando su dedo en mi frente. - Así es Beth, adivinaste de nuevo; Vi pone las rosas en tu maleta.- ¡Es Vi! Mi corazón dio mil y un volteretas. -Lo que a mi me preocupa es el significado de esas rosas...- ¿Significado?
-¿Que quieres decir con eso Karen?- tragué saliva. Por la cara que tiene eso no debe ser nada...
-Exacto.- ¿Cómo? - Eso no significa nada bueno, mejor dicho, todo depende de como veas la situación.-
-Explicate por favor. Me asustas.- sentía que el corazón se me iba a salir por la boca.
-Fue aproximadamente hace un siglo, yo aún batallaba en controlar mi sed de sangre humana, Vi sentía atracción por una joven muy parecida a ti. Él comenzó a dejarle rosas en la ventana, una cada tanto. Las rosas eran entregadas a causa de algún evento en el que ellos estuvieran involucrados. Cada que él la topaba en la calle, cuando ella lo saludaba, cuando ella iba a sufrir algún accidente y él lo evitaba, etc. Claro es que ella no lo conocía; desconocía por completo quién le dejaba rosas en su ventana. Cómo tú, ella juntaba las rosas en un solo jarrón, y siempre esperaba con ansias la siguiente pues, como tú también pensaste, ella sabía que al llegar las rosa número doce su admirador secreto se dejaría ver... En ese tiempo él me buscaba.-
-¿él? Quieres decir...-
-Sí, la sombra como tu le dices. él me convirtió en esto para que me quedara a su lado para siempre, yo me revele claro está. Me persiguió un tiempo y me perdió la pista, fue cuando conocí a Vi; Vi, como ya te había dicho, me enseñó que se puede ser algo más que un monstruo. Él no tardó mucho en encontrarnos, yo ya no tenía la misma fuerza de antes pues apenas estaba comenzando con mi nueva... alimentación.- Karen me miró directo a los ojos, leyendo mis pensamientos...
-Continúa...- quería saber lo de la joven...
-Vi lo enfrentó. Luchó con el por varios días sin detenerse, yo... no pude quedarme sin hacer nada, elegí a un humano que no tuviera familia y...- Tragué saliva con dificultad. ¿Mató a alguien para...?- sí... no había otra alternativa. Vi estaba perdiendo fuerzas y no me perdonaría si algo le pasase, tú sabes bien el porque...- Karen salió al jardín. Con dificultad le seguí y me senté en el pasto, detrás de ella.
-Continúa... por favor.- dije, luego trague saliva.
-Mientras ésa persona iba perdiendo sangre, yo gana cada vez más fuerzas. Coloqué a un costado el cuerpo sin vida de la persona, después le daría sepultura... corrí hacía ellos e hice a un lado a Vi... comencé a luchar contra él descargando de nuevo la rabia que tenía. Comenzó a debilitarse, el muy cobarde huyó... Vi necesitaba recuperar sus fuerzas y yo estaba recayendo en la tentación; necesitaba más sangre humana... pero fui fuerte, por Vi.- Karen volteó a verme y se sentó frente a mí tomándome de las manos. No podía emitir palabra alguna, no me estaba gustando nada el camino que iba trazando esta situación...- si quieres te cuento luego.- Karen comenzó su andar hacia la casa. Sin dudar ni un segundo me levanté del suelo.
-No por favor. Quiero saber... Por favor.- supliqué. La hice regresar. Bien.
-Cómo era de esperarse, él no iba a quedarse de brazos cruzados. Entregó la rosa que faltaba personalmente.- Me llevé una mano a la boca. Oh no...- Oh sí... llevó a la joven a pasear y cuando tuvo la oportunidad, le clavó un cuchillo cerca del corazón...- las lágrimas comenzaron a escapar de mis ojos. Sentí algo acariciarme la mejilla y tomarme los hombros...Vi...- como pude cargué a Vi y lo lleve a donde su amada pero ya era tarde; ella se estaba muriendo... Vi necesitaba recuperar sus fuerzas así que...- sentí que me apretaron los hombros, me estaban preparando para escuchar lo que ya me imaginaba...- ...Así que hice que Vi le mordiera... Cuando se enteró dejó de hablarme por 3 meses. Era obvio y yo lo acepté. Vi necesitaba tiempo para recuperarse por la muerte de su amada...- ¿Quiere decir que...? ¿Voy a morir...?- No digo que esto vaya a pasarte a ti Beth. El punto aquí es el significado de las rosas... no son solamente para hacerte sentir bien como tu piensas, significan algo más.- Me quedé de a seis.

Vi rodeó mis hombros con sus fuertes brazos, me quedé ahí como si fuera una estatua. Karen solo nos observaba. Ahora más que nunca quería verlo, necesitaba verlo mas me contuve... dejé que ese momento tan preciado durará más tiempo, esta vez no iba a echarlo a perder.

Sentía la respiración de Vi acariciarme el cuello, era tan gratificante, lo estoy sobre llevando perfectamente; creo que soy más fuerte de lo que pensaba. Nos quedamos ahí, el abrazando mis hombros y yo dejándome hacer. Pero como dice la gente, la carne es débil y no pude contenerme mucho tiempo. Apreté con fuerza mis ojos y me giré con rapidez.

Dejé de sentir sus brazos. Seguí apretando los ojos "no voy a verlo" pensaba. La decepción comenzó a llegar pero seguí firme, tal vez si Vi nota que no abriré los ojos regrese, "Karen por favor, no voy a verlo solo... solo quiero abrazarlo como se debe... por favor" pensé. La espera valió totalmente la pena... ése aroma...
Vi pasó su mano por mi cabello y finalizó en mi espalda apretujandome contra su firme pecho.

Lágrimas de felicidad comenzaron a abrirse paso por mis mejillas. Quería verle, pero no iba a echar ésta oportunidad a perder, no de nuevo.

Relajé mi cuerpo y dejé que los brazos de Vi me arrullaran...

The Start Of My Vampire Life ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora