Recuerdos

202 26 11
                                    

Mami y papi estaban en la cocina mientras yo jugaba. Estaba cantando mi canción favorita como siempre. Karen estaba cuidandome. Mi pelota se fue hacía el otro lado del jardín, corrí para alcanzarla. Él la atrapó antes que yo. "Aquí tienes Songbird". Sonreí al verlo...

-Ya está reaccionando, ¡vete!- dijo Karen. Escuché como se abría la ventana.

-¿Karen, que me...?-
-Te desmayaste.- se apresuró a decir.
-Ya veo...- dije con miedo. -¿Vas a matarme?- pregunté viendola a los ojos.
-No.- caminó al balcón abrazándose con sus manos. -¿Porqué debería?- preguntó.
-Ayer dijiste...- me interrumpió.
-Eso lo dije para tener tiempo de explicarte lo que pasaba... eran sólo palabras vacías Elizabeth...- veía por la ventana.
-¿De explicarme?- Me miró.

-Si tú le decías a tu madre lo que pasó, me vería obligada a alejarme de Merry...- su rostro era triste. -Como ya te había dicho... es el vivo retrato de mi abuela... me sería muy difícil alejarme de ella...- dijo mirando al suelo.
-No diré nada... lo prometo.- estaba decidida a que continuara con lo que decía antes de que me desmayara. Karen levantó la vista hacia mí.

-Tú ganas, te seguiré contando.- ¿Cómo supo que...? -Luego lo sabrás. ¿Puedo continuar?- Asentí. -Te decía que comenzaste a crecer y noté que sentías desagrado de estar aquí. No entendía porqué, pero un día lo supe...- Dudó un segundo. -Elizabeth... ¿recuerdas algo de cuando eras pequeña?- preguntó curiosa.
-Mis recuerdos de la infancia son borrosos, no sabría decir si de verdad sucedieron...- me quedé pensando en el sueño que tuve hace un momento...

-No fue un sueño Elizabeth, eso sí pasó de verdad...- dijo. ¿Cómo rayos? -Ya te dije que luego lo sabrás. ¿Sólo eso recuerdas?-
-¿Los juegos en el jardín?- Karen asintió. -Sí pero son sueños solamente.-
-No son...- suspiró. -¿No sabes el don que tienes, cierto?- me miró expectante.
-¿Don? ¿Yo?- me reí a carcajadas. -Karen yo de especial no tengo nada...-
-No puede ser...- se tocó la cabeza. -¿tantos años y no te has dado cuenta de cuan especial eres?- dijo incrédula.

-Por favor no trates de burlarte de mi... soy la cosa menos especial del mundo.- dije rodando los ojos.
-No me estoy burlando. Eres especial, yo desearía haber tenido tu don... pude haber evitado ser lo que soy ahora...- su mirada era triste.
-No comprendo. ¿De qué don hablas?-
-De el don de los sueños premonitorios. Esa clase de sueños suelen ser ocasionales en algunas personas, pero tú los tienes siempre.-

-Se llaman premoniciónes, ¿no?-
-Eso es diferente. A ese tipo de premoniciones se le llaman Visiones... Cuando tocas objetos o personas, ¿ves lo que pasó o va a pasar?- preguntó.
-No. Eso nunca me ha pasado... pero, no puedo tener el don que dices... he tenido sueños sobre...- me interrumpió.
-La sombra de ojos rojos y dientes afilados lo sé...- me quedé de a seis. -Venga, te he dicho que luego te explico...- asentí. -Esa "sombra" existe Elizabeth, es sólo que no ves su aspecto porque aún no la has conocido.- explicó.

-La sombra... ¿es mujer?- pregunté.
-No. Me refiero a la persona que es la sombra... sí la has visto anteriormente, pero eras muy pequeña... nosotros te protegimos de ella, pero esa persona no se rendirá hasta lograr su misión...- la mirada de Karen estaba llena de rencor.
-Dejame ver si entendiendo. ¿tú conoc...-
-Sí.- respondió a mi pregunta sin siquiera haberla formulado.
-Me rindo. ¿Puedes ser tan amable de explicarme como...-
-¿... sé lo que vas a decir?- rió. -Puedo leer tu mente Elizabeth. Ese es sólo uno de mis...- chazqueo dos dedos cuando recordó algo. -Acercate.- dijo.

-¿Que me acerque? Ya estoy cerca de ti.-
-Vamos Elizabeth no voy a hacerte daño sólo voy a mostrarte algo.- dijo abriendo los brazos. Me acerqué para abrazarla. -¿Qué haces?- me miró con el ceño fruncido.
-Pues abriste los brazos y yo...-
-Ya se lo que pensaste no necesitas decírmelo.- rodó los ojos. -Pero era para que me imitaras... abre los brazos.- hice lo que me pidió. Karen puso su frente en mi pecho y me rodeó con sus frías manos...

Me encontraba jugando en el jardín con mi pelota, el día era soleado. Mami y papi no estaban. Estaba solita mientras Karen regresaba. Él llegó...
-Pequeña lindura, ¿Qué haces aquí afuera solita?-
-Estoy jugando.-
-Veo que tu protectora no está...-
-Si está.-
-No... no está.-
-¡¡KAREN!!-
-Grita todo lo que quieras lindura, no puede ayudarte... no está aquí-
-¡¡KAREN AYÚDA!!-
-Vas a quedarte conmigo...- rió. -Serás mi hija para siempre...-
Comencé a caminar hacia él. No podía detenerme, él me controlaba. Lloré pero nadie venía a ayudarme. Tomó mi pequeño cuerpecito y retiró el cabello de mi cuello. Yo lloraba, nadie venía. Él me mordió... sentí fuego por todo mi pequeño cuerpo, grité y lloré fuertemente. No aguantaba tanto dolor. Él sólo me miraba... empecé a perder la visión, mis pequeños ojos veían todo borroso... vi a otro hombre, se peleaba con el otro... "Elizabeth, no temas yo voy a protegerte... quédate conmigo. Resiste por favor." Alguien me dijo llorando. Me mordió...

Caí al suelo cuando Karen se separó de mí pero, ¿Por qué?... Me tomó en brazos sin dificultad algúna y me sentó en el sillón cerca de la ventana...

-Es normal que pierdas las fuerzas Elizabeth. Es la primera vez que viajas mentalmente al pasado... además no has comido nada.- dijo y añadió. -El que yo no necesite alimento para vivir no quiere decir que tú tampoco debas comer.- me regañó.
-¿Me podrías...?-
-Claro, espera aquí. Ya te traigo tu cena.-
-Karen...- miré hacia afuera, luego a ella.
-Hacia mucho tiempo que no temías estar sola...- torció la boca. -Y sí. Puedes bajar conmigo... sube a mi espalda que aún estas débil para bajar sola.- sonrió y le sonreí.

Había olvidado que Karen solía ser como una segunda madre para mí...

The Start Of My Vampire Life ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora