Al cruzar la puerta sentí que dejé todo lo que era atrás y que a partir de ese momento nada seria igual. Caminé por un pasillo alumbrado con antorchas, al final del pasillo había una cortina azul, crucé y me encontré con una habitación de paredes blancas muy iluminada, el piso forrado con almohadas azules y una mesa ratonera en el centro.
-Te estaba esperando- Escuché una melodiosa voz, miré a todos lados pero no había nadie más que yo en la habitación- Toma asiento por favor - Me pidió amablemente la voz.
Hice lo que me pidió sentándome en el suelo frente a la mesa, delante mío al otro lado de la mesa se materializó una mujer de pelo negro azabache larguísimo, estaba sentada con sus piernas cruzadas, llevaba puesto una túnica color azul, en su frente una piedra del mismo color.Sus ojos negro delineados y labios rojos, su piel un tono moreno.
-Mi nombre es Marlene- Se presentó y estiró su mano derecha.
-Hola- Saludé nerviosa- Bueno yo soy Katherin, aunque ya sabe quien soy- Me presenté mientras estrechaba su mano.
En el momento en que nuestras manos estuvieron en contacto un calor que se desprendía de ella me recorrió todo el brazo y poco a poco completó mi cuerpo entero, solo mire sus ojos ella los cerro y la imite.
Me encontraba en un bosque parada junto a Marlene frente a mi se desataba una guerra entre lobos y vampiros, se notaba que era otra época mire a la bruja y preguntándole con la mirada que pasaba ella solo comenzó a caminar hacia el lugar donde se estaba dando la lucha, algo en mi me decía que la tenía que seguir y así lo hice. Pasamos frente a todos y ellos no se percataban de nuestra presencia, Marlene siguió caminando y entró en unas de las chozas.
Entre tras ella y pude escuchar a una mujer llorando escondida bajo una mesa quise ir a ayudarla pero Marlene me detuvo.
-Solo estamos aquí para observar- Me dijo, solo asentí y me quedé en el lugar.
La puerta se abrió y pude ver entrar a un hombre rubio,alto y de ojos verdes que ya conocía era el chico del boliche el que me volcó la bebida ¿Pero cómo? ¿Qué hacia acá? Más que confundida seguí observando.
-¡¡Katrina!! ¿Estás bien?- Gritó el chico desesperado. La mujer se asomo por debajo de la mesa y pude ver su vientre se nota que lleva unos seis meses de embarazo, pero lo que más me sorprendió fue es que era igual a mí, salió de su escondite y se arrojó a los brazos del chico.
-Alexander volviste a buscarme- Dijo entre llantos.
-Debemos salir de aquí- La abrazó y luego tomó su mano. Salieron de la choza, los seguimos y se adentraron en el bosque ella solo lloraba.
-Shh nos van a escuchar amor mío- Le pidió él.
-Tengo miedo por nuestro hijo-
-Vamos a salir solo tenes que dejar de llorar- Se acercó y secó sus lágrimas con los pulgares, era una escena conmovedora, besó sus labios y volvieron a correr.
Se escuchó un grito cerca y se escondieron detrás de un árbol al ver a un vampiro mordiendo a una joven la cual luchaba por su vida sin éxito. El cuerpo de la joven dejó de moverse y el vampiro la tiró al piso como si fuese basura. Miro exactamente en el lugar donde se escondían la pareja y de un salto estuvo frente a ellos.
-Mm más comida hoy es mi día de suerte - Dijo el vampiro.
-No te acerques- El rubio saco una espada y puso a su amada en tras su espalda.
El vampiro rió de forma siniestra que de solo verlo me tembló todo el cuerpo, el joven lo atacó pero de un solo movimiento el vampiro lo dejó inconsciente.
-¡¡Alexander!!- Gritó Katrina.
El vampiro se acerco a ella la agarro de los pelos y la levantó del suelo, la observó y le propinó un rodillazo en el vientre, ella soltó un grito de dolor y empezó a manchar su vestido de sangre, estaba perdiendo su bebe. Comenzó a llorar y a gritar trato de golpearlo con sus manos y piernas se notaba el dolor que estaba sintiendo. El vampiro jalo su pelo hacia atrás y sin dudarlo la mordió.
-Te amo- Fue lo último que salió de los labios de ella que como pudo miró a su amado inconsciente. El vampiro la dejó tirada sin vida y salió a correr.
Cuando Alexander recobró la conciencia minutos después, se encontró con su amada muerta. Él destrozado por el dolor de perder a su familia gritó, lloró y maldijo. Corrió desesperado hacia donde se generaba el enfrentamiento para buscar al causante de su desgracia, pero una mujer de pelo rojo con vestimenta negra se interpuso en su camino. Alexander intentó atacarla, pero la mujer esquivó sus ataques y lo redujo contra un árbol colocando su mejilla en el tronco y sus manos en la espalda.
-Humano, siento el dolor de tu corazón y te doy dos opciones- Habló la pelirroja.
-Suéltame- Forcejeo Alexander.
-Te propongo unirte a mi ejército o morir como un humano más- Su voz era suave pero firme- Si aceptas tendrás poder suficiente para vengar a tu familia.
-¿Qué tengo que hacer?- Preguntó el joven, la vampiresa lo soltó y sonrió.
-Solo darme tu alma- Alexander pensó en la propuesta pero su sed de venganza pudo más que su razón, asistió con la cabeza- Esto va a doler un poco- Dicho esto lo mordió.
Él grito por el dolor de la mordida, la mujer se separó del joven y clavo sus colmillos en su muñeca derecha y se la acercó a su boca él bebió de la sangre que le ofrecía.
Cerro lo ojos unos minutos ella lo miraba y sonreía victoriosa, cuando Alexander abrió los ojos ya no eran verdes sino de color rojo y se podían ver sus colmillos.
-Bienvenido a mi ejército, mi nombre es Lilith.
