2. Cita

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¿Qué podría ser lo más raro que puede ocurrirle a una chica en este momento? Frisk creía conocer la respuesta: que tú hermano adoptivo, quien te acosó y lastimó anoche, te invite a una salida al parque al día siguiente como si nada hubiera sucedido.

Chara estaba con una amplia sonrisa preguntándole a Frisk en pleno desayuno sobre si deseaba ir al parque a pasear por la tarde. Asriel miraba a su hermano sin creer lo que pasaba allí. Es cierto que no se llevaban mal, pero la proposición del chico claramente sonaba a una cita. Toriel, por otra parte, miraba a Frisk y Chara alternadamente, confundida por el tipo de relación que parecían llevar de un día para otro.

Finalmente estaba la chica en cuestión, quien no sabía que contestar a su invitación. Es cierto que Chara le agradaba como hermano y no le parecía desagradable la idea, pero el joven la había lastimado ayer y no parecía correcto aceptar.

—¿Entonces qué dices? —el chico acomodó ambos codos en la mesa y dejó descansar su cara entre sus manos.

La mirada profunda de Chara no le presagiaba nada bueno si es que llegaba a negarse. ¿Acaso nadie más de los presentes era testigo de eso?

—Esta bien —aceptó finalmente en un murmullo, volviendo a su plato.

El chico sonrió un poco, satisfecho, para luego proseguir también con su comida. Toriel y Asriel se miraron y compartieron una señal de duda. Aquí pasaba algo realmente raro y sería bueno saber que sucedía.

Ese mismo día, ya algo más tarde, llamó Sans a la muchacha, la cual prefirió poner el seguro a su puerta antes de contestar en su habitación.

—Hey, niña —saludó el esqueleto-, me preguntaba si te interesaba ir a ver una película al cine, Papyrus no ha dejado de hablar de la actuación de Mettaton en ella.

—Ah, hoy no creo que pueda —murmuró por lo bajo, mirando de vez en cuando hacia la puerta—, Chara me dijo sobre ir al parque juntos.

—¿El megalómano? —Sans soltó un leve suspiro por la otra línea—. Esta bien, tendrá que ser en otra ocasión.

La chica dudó por unos instantes sobre contarle o no lo sucedido anoche. No quería desconfiar de Chara ni tampoco ocasionarle problemas, pero parecía haber cambiado también está mañana y, por otra parte, el esqueleto estaba involucrado de cierta forma. Tomó un poco de aire mientras su DETERMINACIÓN la invadía.

—¿Sans? La verdad hay algo que quisiera comentarte.

Por otra parte, Chara se encontraba siendo interrogado sin parar por Asriel en su habitación. El joven cabra no había dejado de preguntarle sobre sus posibles intenciones con Frisk y por qué el cambio repentino de actitud hacia ella. No había pasado por alto la forma en que la miró mientras esperaba una respuesta de la joven, pero no se había atrevido en ese momento a decir algo en su defensa.

—Ya te lo dije por quinta vez —el humano parecía ya estar agobiado del tema—, sólo vamos a salir como buenos amigos, nada más.

—Y yo te digo que no me trago eso —Asriel lo encaró una vez más, apuntándole el pecho con el dedo—, no creas que no me fijé que la mirabas como un depredador a su presa.

—¿Y si fuera así? ¿Acaso harías algo? —murmuró de mala gana, colocándose de pie para mirarlo directo a los ojos, los cuales comenzaban a brillar—. Si no mal recuerdo, soy capaz de eliminarte si deseo, Asriel.

La cabra dio un paso hacia atrás, tragando un poco de saliva. Ante él se hallaba presente nuevamente el Chara del pasado.

—Chara —lo llamó con cuidado—, no te dejes llevar por tus emociones si no quieres hacer llorar a Frisk —aún con los nervios presentes, era un príncipe y no podía dejarse intimidar así nuevamente—. Recuerda, ya hemos hecho esto antes, sólo debes relajarte y esos deseos se irán.

[Undertale] Deseo de Control (Charisk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora