8. Decisiones

372 22 10
                                    

—¿Qué es lo que quieres hacer?

Ante la pregunta en voz baja del esqueleto, Frisk sólo siguió mirando por la ventana, sin emitir respuesta alguna. No quería tener que decidir el destino de Chara, no una vez más. Ya había decidido salvarlo junto a Asriel cuando eran niños y ahora nuevamente caía en sus manos la decisión de permitirle vivir o no.

La habitación del hospital en la que se encontraba era silenciosa. Cerró sus ojos y apretó las sábanas, recordando poco a poco los sucesos anteriores al presente: Chara estaba atrapado bajo los escombros, gritando como podía a Asriel de que se alejara de ella. A los pocos minutos llegaron los demás al punto de encuentro que el joven príncipe les había indicado al llamar por celular, justo antes de irrumpir en la improvisada cabaña. Toriel estaba llorando debido a la mezcla de emociones que la envolvían en ese momento al recuperar a Frisk, pero también al saber que Chara era el culpable de su desaparición. La actitud del joven genocida no ayudaba a mejorar la situación, ya que insistía en que no la tocaran por nada del mundo y su odio esparcido por todo su cuerpo fue de gran preocupación para Gaster. Mucho peor se puso todo cuando se dieron cuenta que Frisk apenas podía caminar, quejándose bastante. La chica no tuvo de otra que contar la verdad, al menos a quien más confianza le tenía en ese momento; su madre Toriel.

—¿Vas a dejar que pague por lo que te hizo o aún así deseas ayudarlo?

Sans le trajo al presente nuevamente. Mordió su labio con impotencia, ya que se sentía obligada a pensar con rapidez, cuando la verdad era que no podía tener la mente clara con lo que había pasado.

"Le queda poco tiempo de vida", fue la frase de Gaster cuando lograron llevárselo al laboratorio que compartía con Alphys en la superficie. Decidieron dejarlo en un coma inducido para mantenerlo quieto y relajarlo. Si no estaba alimentando sus sentimientos negativos constantemente, más lento sería el proceso de contaminación.

Frisk llevaba sólo un día en el hospital de la ciudad. Debía ser tratada por sus heridas debido al abuso y tarde o temprano llegó la parte complicada. Los médicos reconocieron las heridas comunes en una violación, por lo que tuvieron una larga charla con la chica junto con un especialista en psiquiatría y psicología. Era ley el denunciar y proteger a la víctima cuando se encontraban pruebas inequívocas de abuso sexual, sin embargo, Frisk no dijo nunca el nombre o las características del culpable, por lo que tuvieron que rendirse.

—Sé que debe ser difícil para ti, kiddo, así como es difícil para Tori, el rey Asgore y Asriel —Sans seguía de pie a un lado de la cama de Frisk, pero unos cuantos pasos alejado—, sin embargo se nos acaba el tiempo, necesitamos que decidas.

¿Cuánto iba a aguantar Chara? Podría ser sólo una semana o quizás un mes. Habían logrado que no muriera aquel mismo día, pero no podían determinar por cuanto tiempo más. Frisk sabía que Chara necesitaba amor y quizás Toriel podría dárselo si no fuera porque estaba en muy mal estado. ¿Y quién no lo estaría si fueras madre o padre y supieras que uno de tus amados hijos secuestró y violó a tu otra querida hija? No era algo fácil de digerir.

Al fin de cuentas, otra vez las cosas se reducían sólo a ella.

—Sabes que él hará lo que tú desees —murmuró otra vez el esqueleto, refiriéndose a Gaster. Empezaba a creer que no obtendría respuesta alguna ese día.

Sin embargo, Frisk lentamente volteó su cabeza para mirarlo. Estaba atardeciendo y los rayos anaranjados que se asomaban por la ventana generaban un contraste con el cuerpo de la chica, haciendo que Sans sólo pudiera ver sombras sobre su cuerpo. A pesar de tener la luz en contra y, por lo tanto, no poder ver con nitidez las facciones de la joven, el monstruo comprendió que había tomado una decisión al percatarse de las lágrimas que surcaban su rostro.

[Undertale] Deseo de Control (Charisk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora