Soledad norte

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Reventaba cual espejo sus vagabundeos.
De aquí para allá, la noche, impregnada de pataletas.
Se queja de que ya no hay nadie, nadie a quién atormentar.

No se da cuenta, que todos se alejaron, se alejaron cómo se aleja el agua de las orillas cuándo baja la marea, más ésta vez el agua nunca volvió.

Las marionetas del hilo ya no dependen para moverse, cogieron voluntad, cogieron poder, esas marionetas cumplieron su mayoría de edad.

Bajo La Piel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora