Entre Paredes Blancas

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En cámara lenta...
¡Já!, meditación, autoplacer, tristeza, felicidad, lugar de excitación mutua, lugar de calma y clama, campo de fuerza contra azotes verbales y problemas.

Todo esto caracterizan mis cuatro paredes, mucho más de lo que se ve a simple vista, quizá un rasguño o mancha de acciones pasadas, pequeñas grietas en la esquina de una cerámica rebelde por causa de incidentes, el sonido de las paredes cuando la guitarra habla conmigo.

La manera cómo se convierte en templo de meditación cuándo el insomnio es lo inevitable, donde miles de pensamientos y recuerdos se entrecruzan, mientras mi cuerpo descansa en este lugar llamado aposento.

Bajo La Piel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora