Buenos días en el tren

325 23 1
                                    

Se despertó perezosa mirando desorientada dónde estaba, le ofrecía agua a dos asientos y un pasillo de distancia y ella me hizo señas de que quería pero que no lo lanzara. Me levanté y se lo di en mano rozándonos ambas por pequeños segundos y notando el escalofrío en mi piel por ello.

Eran las 12:30 de la mañana pero mis tripas ya sonaban, cogí uno de los kit-kats que tenía en una bolsa, Miré a Hailey y le di dos de los cuatro que había en el paquete. Me senté a su lado y vi que tenía un texto escrito en verso y me llamó la atención, ella giró el cuaderno para que no pudiera verlo y sentí que había  entrado en su círculo privado.

- Lo siento no era mi intención cotillear, solo era curiosidad, me gusta leer y pareces una persona muy interesante de leer sus escritos. Perdón, no miraré ni leeré sin tu permiso.- Me miró y me dirigió una sonrisa, me hablo de su historia en la escritura, escribía desde pequeña, para evadirse de problemas o del mundo en sí, hasta día de hoy que continuaba  haciéndolo.

Entró el revisor después de llevar un largo rato hablando con Hailey de su pasado y de ella en sí. Me puse en mi sitio para encontrar y darle mi billete impreso y al dárselo ambas, nos dijo que podíamos escoger sitio ya que en ese vagón no iba a montar nadie más menos un señor una hora en la primera linea de todas. Eso significaba que podíamos ponernos donde quisiéramos, eramos libres en ese sitio cerrado.

Para estar "juntas" decidimos ponernos en las mesas de la mitad, cada una con sus cosas a un lado y ambas en el lado de la ventana. A pesar de estar juntas, cada una estaba a lo suyo, yo seguí leyendo y ella se puso a escribir a escondidas.

La próxima hora de viaje fue tranquila, casi sin notarlo ya era la hora de comer. Saqué el bocadillo que me había preparado en casa antes de salir y empecé a comer, y ella saco un tuper con macarrones con tomate y un tenedor y ella también empezó a comer. Estábamos comiendo juntas(?, y me hacía mucha ilusión, nuestra primera comida. Como si fuese a haber más, ¿Qué digo? ya paro. 

Después de comer y recoger todo, empezamos a hablar de pequeñas cosas, como para conocernos más, yendo poco a poco.

- No tengo hermanos ni hermanas, de siempre he sido hija única pero nunca malcriada, es más, creo que no fui ni deseada cuando fui concebida, pero poco me importa.- Sonrió, esta vez sin tristeza, y se veía lo bonito y duro del interior en sus ojos.

- Yo tengo una hermana, algo mayor que yo, pero se fue de casa nada más cumplir los 18 y no supe nada de ella, de vez en cuando enviaba cartas, pero ya hace años que no decía nada.- Casi me puse a llorar de recordarlo, pero simplemente sonreí y seguimos.

- ¿A dónde vas? Quiero decir, la última estación es la de Madrid, pero, ¿Te bajas antes?- Hizo un movimiento leve de cabeza que parecía involuntario y me hizo sonreír.

- No, voy a Madrid, a perderme un poco aunque lo veo difícil ya que he veraneado algunos años allí, me está esperando un amigo para quedarme con él.

- No sé si crees en las casualidades, pero, tendrás que invitarme alguna vez a un café en Madrid ya que viviremos en la misma ciudad.

Vagones conjuntos. [TERMINADA/parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora