Estuvimos hablando de Madrid, de cuantas veces habíamos visitado ese maravilloso lugar y la de veces que pudimos habernos encontrado y lo que algunos llaman "destino" no lo había querido crear. Hablamos de los sitios típicos a visitar, de Gran Vía de noche, o de lo bonito que era estar en mitad de Plaza España cuando llovía y no había gente de por medio.
Vi como le brillaban los ojos al imaginarse caminando por las calles a los 13 años, cuando fue por primera vez y supo que si quería escaparse alguna vez, lo haría allí, y así fue. Y vi como me escuchaba tan atenta, cuando le contaba yo también la primera vez que fui.
El tren dio un pequeño parón cerca de una estación de un pequeño pueblo, pensamos que sería alguna de esas paradas reglamentarias pero justo entonces habló quien parecía ser el maquinista.
- Señoras y señores, siento informarle que ha habido una pequeña avería, por suerte estamos en una estación y pueden bajar y pararse, les avisaremos en unos minutos cuando el problema esté solucionado.
Hailey palideció, parecía supersticiosa y podía pensar que eso era una señal. No quería que se bajase ahí mismo, quedaban horas de viaje por delante y no quería que esa chica tan especial desapareciese como si nada.
Por suerte no lo hizo, le invité a tomar algo al bar de allí, tomamos un trozo de tortilla de patatas cada una con café a nuestro gusto y mientras hablábamos se le cayó el café encima.
- Lo siento, soy algo torpe, ahora toda la gente nos está mirando.- Estaba roja como un tomate y no paraba de mover sus manos en su mochila en busca de algo con lo que limpiar todo el estropicio.
- Hey, aquí tienes,- le di servilletas que ella no había visto encima de la mesa- no lo sientas, eres tú la que está manchada de café, tendrías que cambiarte.
Subimos al vagón y le acompañé para ayudarle a sacar su maleta y abrirla dejando espacio. Escogió un jersey parecido al que llevaba pero con estampado y unos pantalones cortos que se le taparían teniendo en cuenta la largura del jersey, también cogió ropa interior y una bolsa para poder meter todo lo que se le había mojado.
Me pidió vergonzosa si podía acompañarle para ayudarle ya que había poco espacio y seguramente se chocaría. Fuimos hasta el primer vagón y allí yo me quedé esperando con la bolsa fuera mientras ella entraba con la ropa para cambiarse.
Abrió la puerta en ropa interior algo vergonzosa, tapada con el jersey cogido de una mano y metió la ropa manchada en la bolsa. Cerró la puerta y salió al minuto con lo que aparentaba ser solo un jersey ancho remangado en los brazos.
Al ir a nuestro vagón de vuelta, nos encontramos con Alicia, nos miró a ambas de arriba a abajo y se empezó a reír.
- ¿Qué pasa? ¿Un polvo rápido cuando no hay nadie en el tren para liberar tensiones?- Hailey me vio las intenciones de ir hacia ella y contestarle peor aún que la otra vez así que me paró, me cogió de la mano, tiró de mi y me giró. Se quedó tan cerca de mi que podía notar su respiración dejándose caer en mis labios y nos miramos como estando en otro mundo.
- No merece la pena, aguanta y sé fuerte, ah, y lo siento.- No me dio ni tiempo a preguntar por que cuando ya me estaba besando y agarrando como si nada. Cuando nos separamos Alicia salió corriendo hacia su vagón y nos apartó a las dos de un golpe.
No podía creer lo que acababa de pasar.
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Dedico este capítulo a una persona que me está ayudando a amoldar esta historia y que por ello está formando parte aunque sea en una pequeña parte, y os aconsejo ir a leer su(s) historia(s), espero que os guste. Y también espero que os esté gustando la historia. <3
Ella es XdeAlex
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Vagones conjuntos. [TERMINADA/parte 1]
Historia CortaRecuerdo el día en el que la conocí, en ese tren de larga distancia, era diferente, quería descubrir que era lo que le hacía serlo.