Vagones conjuntos. [TERMINADA/parte 1]

Asuntos pendientes

Nos miramos por lo que acababa de pasar en pocos segundos, y empezamos a reír por ver como Alicia no paraba de perder puntos en una guerra la cual solo quería combatir ella. Hailey cogió su bolsa de ropa manchada y la guardó en la maleta.

- "Pasajeros y pasajeras del tren, en cinco minutos volvemos a arrancar, la avería ya está solucionada."

Nos miramos y nos sentamos en nuestros sitios, ella se puso los auriculares y empezó a escribir encogida en sí misma, y yo me puse los cascos y leí mientras comía chuches y las ponía en mitad de la mesa para que ella también pudiera coger. Pasaron unas pocas personas por nuestro vagón para pasar al suyo, y mientras yo miraba como escogía las sandías con azúcar y las cerezas.

El tren arrancó, cogí un cuaderno y escribí: Quiero hablar de lo que ha pasado, pero me gusta ver como escribes, así que ¿podemos hablarlo así?  Le pasé el cuaderno con el bolígrafo encima y ella se puso a escribir...

H: Era para callar la boca a esa niña que no entiendo por qué es de esa manera, me pone nerviosa.

 L: ¿Y yo no te pongo nerviosa?

H: Es diferente, ella me da mal rollo, tú no. <3

La miré y empecé a reír, cerré el libro y me quité los cascos, me levanté y me puse a su lado. Me miró y se rió nerviosa, le quité los auriculares con cuidado mientras ella miraba como mis manos lo hacían, y me pusé cerca de ella, tanto como lo había estado cuando me iba a besar.

- Explícame mejor por qué razón me habías besado- se lo susurré alternando su mirada y sus labios.

- Pues, esa niña me cae mal y...- se calló y mordió sus labios.

-¿Y...?

- Te tenía ganas- Pum, me valió con esa respuesta, era justo lo que quería. 

La besé, esta vez yo, con muchas ganas. Le cogí del cuello como pude ya que estábamos sentadas y ella de la cadera. Nuestras lenguas se mezclaban y no parábamos de querer más y más en un único beso. Al separarnos teníamos las dos la respiración descontrolada, no nos habíamos soltado pero nuestros labios ya no estaban juntos.

Me volví a mi sitio y cogió mi cuaderno y su bolígrafo.

Hola, soy Hailey, la chica del tren, espero que no me olvides, yo a ti no te olvidaré.

La miré, nos sonreímos y le susurré a penas sin voz que no la olvidaría. Era tan especial como había pensado desde el principio. Empezó a entrarme el sueño así que intenté dormir mientras ella se cogía un libro y empezaba a leer.