Martes, 8 de Marzo. 10:30 am.
Nuevo día de escuela, nuevo día de porquería. No sé como aguanto todo esto.
Cuando iba al primario pensaba en que todo iba a mejorar.
Los amigos, las notas, el no pasar más los recreos solo.
Recuerdo que mi madre me decía "tranquilo Rubius, cuando estés en la adolescencia todo va a ser mejor, solo hay que esperar"
Si, mi madre en ese momento me llamaba así, detesto ese apodo.
Volviendo al tema, que tonto he sido en pensar que todo mejoraría.Nadie me habla en el instituto, igual mejor que no lo hagan, no estoy acostumbrado a estar con una persona por mucho tiempo.
Bueno en fin, se me hace tarde.
Guardo todas mis cosas en la mochila y salgo corriendo para el colegio.
"Olvidando" el desayuno de nuevo.
~
*en el instituto*
11:00 pm.
Entro por la ancha puerta color café gastado y voy directo hacia mi salón.Me he sentado en la punta del lado izquierdo al final de todo.
Ese lugar es mi favorito. Al lado de la ventana, sin nadie cerca, sin que pudieran mirarme.
Saqué mis libros y veo de reojo que un chico se sienta en una mesa junto a la mía.
Cuando me giro por completo a verle era Miguel Ángel, p-perdón, Mangel.
Ese chico tan tierno y con acento un tanto gracioso. Me alegra que este en mi clase, es un tío muy majo.
-Hola Rubén- dice con una sonrisa- Adivina quien se ha tenido que cambiar de curso porque su puto profesor tenía la rabia con él...
-Hola Mangel, que pena lo de tu profesor- dije sonando un poco borde y volviendo a mis libros, me da miedo tomar mucha confianza cuando ni siquiera me conoce. Siento que soy un pesado.
Pero por dentro pensaba en lo bien que le sienta esa campera azul a este tío.
Uf, me estoy comportando un poco raro últimamente.