Despierto recostada en una cabaña en el bosque. Emilio espera sentado a mi lado.
-¿Cómo te sientes?- le sonrío.
-Bien... ¿lo logramos?-
-Lo logramos- dice, asintiendo.
-Y... ¿cuál es el plan?-
-Mi plan es...- con eso me dio a entender que no estaba obligada a ir con él- volver al ejército de los mágicos. Tengo mucha información que les será de mucha utilidad.- Asiento y él me mira con esperanza.-¿Vienes?-
-Emilio, me encantaría, pero...-
-No soportas la idea de una guerra, no puedes controlar tu magia, crees que no serás de mucha ayuda y quieres buscar a Darío...-
Me sonrojo ante la última declaración.
-Exacto- admito, porque de todos modos no se me da bien mentir.
-Entonces... ¿qué harás?-
-Me ocultaré en el pueblo-
-Pero te encontrarán.Tu magia...-
-¡ Llévatela !-
-¿Qué?-
-Llévatela, les será útil.-
-Pero, ¿cómo sobrevivirás? Sin tu magia tú...-
-Lo lograré. No me haces ningún favor dejándome la magia.-
Él asiente, resignado.
Mientras me acerco él me mira, parece nervioso. Junto mis labios con los suyos y comienzo a contar:
1
2
3
el roza mis labios
4
5
6
son suaves y cálidos
7
8
9
10
A penas puedo retirarme a tiempo.
-Te la devolveré. Lo prometo.- me abraza.- ¿Puedo acompañarte al pueblo?-
-Por supuesto- le sonrío.
Caminamos uno al lado del otro. El sonríe.
-¿Qué?- le pregunto.
-Nada-
-Oh, vamos... nadie sonríe por nada.-
-Llevaba cinco años encerrado. Y tú en dos días te hiciste amiga de los guardias.-
-Los animales no tienen maldad... excepto por Lord Lob. Él es realmente mitad humano.-
-Dime, ¿de verdad estaban jugando a la roña?-
-Sí- ambos nos reímos- Fue muy divertido.-
-Eres demasiado infantil-
-¿Ah, sí?- lo miré directo a los ojos- ¡la traes!- lo toco con mi mano y empiezo a correr.
-No voy a correr-
-¿Qué pasa, mago? ¿Tanto tiempo en el calabozo te dejo muy débil?-
Empieza a correr tras de mí hasta que me toca. Y así, corriendo y jugando, llegamos al borde del bosque frente a la gran muralla. Yo me detuve de golpe y él chocó conmigo haciendo que perdiera el equilibrio. Intenté tomar su brazo, pero él estaba desprevenido y ambos caímos. Sin embargo, logró que yo cayera sobre él.
Ambos nos empezamos a reír. Me levanté y lo ayudé a levantarse.
-¿Aún piensas quedarte como una simple chica?-
-Tal vez no sea tan malo.-
-Tal vez...-
Nos quedamos en silencio. No necesitaba ser hada madrina para saber que él quería que me fuera con él. Pero yo estaba segura de lo que quería... de a quién quería. Lo supe desde el primer momento en el que lo vi.
-Naila... ¿puedo besarte por última vez?- me pregunta- No te preocupes, un mago no transfiere su magia con un beso...-
-Lo sé...- me mira con sorpresa.
Yo me acerco a él y lo beso en la mejilla. Luego lo abrazo y él no tarda en devolverme el abrazo.
-Debo irme...- me dice.
-Cuídate mucho- le digo y él me besa en la frente.
Luego se aleja de mí caminando hacia atrás hasta que a cierta distancia me da la espalda y sigue caminando. Yo lo miro hasta que desaparece dentro del bosque.
-Lo siento, Emilio-
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La vida secreta de un hada madrina
General Fiction"El destino de un hada madrina es ayudar a cumplir sueños. Yo soy un hada madrina, o bueno, intento serlo. Aun no controlo mi magia y soy un peligro para el mundo mágico y la humanidad en sí. Por eso estoy encerrada en una torre por un tiempo ilimit...