Adoptada por Pablo Alborán

Capítulo 56

-Buenos días cariño.

-Buenos días - dijo Pablo dando media vuelta en la cama.

-No te entretengas mucho, si no perderemos el avión de regreso.

- Vale - notó como Julia se levantó de la cama y avisó a Alice de que era la hora de levantarse. Una vez todos despiertos los tres tomaron sus desayunos juntos y después cogieron un taxi con dirección a un aeropuerto. 

Allí cogieron un vuelo a Madrid y allí los recibieron todas las personas del equipo de Pablo y dieron la noticia del embarazo de Julia.

Cuando volvieron a su pequeño piso Julia retiró todas las cosas de la habitación de su difunto hijo entre lágrimas. 

-¿Estas bien? - preguntó Pablo abrazándola.

-Si ... es solo que lo extraño.

-Lo se ... ahora el te está observando, deja de llorar y sonríe, no dejes que las lágrimas nublen tu sonrisa por favor, si no me hará llorar a mi también - Julia se giró y lo besó.

-Si sonries yo sonrío - dijo Pablo sonrió y Julia sonrió levemente al ver la curva mas hermosa del cuerpo del hombre al que amaría por el resto de su vida.

-Ven, vamos a cenar algo y vayamos a dormir, mañana seguiremos ¿vale?

-Vale - dijo y ambos fueron a la cocina, comieron o que encontraron y ambos se durmieron abrazados el uno en los brazos del otro, y el uno con los besos del otro. 

El despertador sonó y Julia ni se inmutó, Pablo se apresuró en apagarlo y salir silenciosamente del cuarto pero no sin antes depositar un leve beso en la frente de su amada mujer.

Fue en silencio al cuarto de Alice.

-Buenos días princesa, hora de volver al colegio - dijo Pablo la pequeña refunfuñó.- No hagas mucho ruido, Julia está durmiendo.

-Vale - en menos de diez minutos, la pequeña vestía su uniforme y su largo pelo castaño estaba bien recogido en una coleta. - Ya estoy lista ¿nos vamos?

- ¿No vas a desayunar?

-Ne tengo hambre , gracias - dijo cogiendo unas llaves- Hoy iré y volveré andando a casa con una amiga.

-Vale, ten cuidado te quiero - dijo Pablo con intención de darle un beso en la frente pero esta se fue antes de que el pudiera hacerlo.

Pablo se quedó un rato mirándo la puerta por la que su hija acababa de salir y después volvió al cuarto para despertar a Julia a besos. 

-Buenos días, mi reina - dijo dándole un beso en el cuello.

-Buenos días - dijo con una sonrisa y le agarró la cara para besarle en los labios. 

-Quiero que me des todos los días un beso tuyo 

-No

-¿Porqué? - dijo Pablo extrañado.

-Porque yo quiero darte mas de un beso todos los días tonto - dijo Julia y volvió a besarle.

-Te amo

-Yo no, yo te adoro - dijo y volvieron a fundir sus labios en un cálido beso.