Adoptada por Pablo Alborán

Capítulo 67

-¿Tienes frío? - dijo James acercándose a Alice por la espalda.

-Solo un poco pero esta bien - dijo sonriendo a pesar de que el no podía observar su deslumbrante sonrisa.

-Toma, yo no la necesito - dijo poniéndole su sudadera por encima.

-Pero te vas a resfriar.

-Si quier la estaba usando, puedes usarla tu, así por lo menos alguien la usa ¿No crees?

-Gracias - dijo Alice tímidamente y metió sus finos brazos por las anchas mangas de la sudadera. James se rió - ¿Qué pasa?¿Qué tiene de gracioso? - dijo Alice sonrojada. 

-Te queda muy grande - dijo señalando lo que le sobraba de manga -y te llega hasta mitad de la pierna, eres muy chiquitita.

-Tal vez sea chica pero tengo mas fuerzaque tu - dijo Alice sacandole la lengua.

-¿A si? - dijo James con una sonrisa malévola y corrió hacia Alice para capturarla. Alice comenzó entre risas a dar vuelta entre las mesas que esa noche se encontraban deshabilitadas. - Te voy a pillar corras a donde corras enana - dijo James burlándose de ella. 

-Jamás - dijo ella saltando por encima de una mesa, pero no se esperaba que el estuviese ya al otro lado con los brazos abiertos para atraparla.

-Te atrapé - dijo y la estrechó entre sus brazos. Alice apoyó su cabeza en su pecho y escuchó como los latidos del corazón de James iban aumentando. 

-Mientras me atrapes de esta forma puedes atraparme siempre que quieras - dijo Alice. James puso sus manos en los hombros de Alice, se agachó un poco y le dio un beso en la frente y se giró avergonzado. 

-Ven, te quiero enseñar un lugar desde aquí arriba. - dijo y se dirigió a los cristales que envolvían la terraza. - es hermoso ¿no crees?

-Si - dijo Alice mirando las estrellas que se veían al horizonte.

-¿Sabes que mas es hermoso?

-¿Qué?

-Tu - de algún modo u otro, ambos acabaron situados en frente del otro, una sonrisa fugaz atravesó el rostro de Alice cuando James dijo eso. Poco a poco fueron disminuyendo la distancia que los separaba hasta que solo quedó un centímetro entre ellos, hasta que solo quedó un milímetro, hasta que la rompieron fundiendo sus labios en un cálido beso.