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—Constanzé, ¿qué sucede? —Pregunto Hannelore, tocando mi hombro, al voltearme sólo me limito a sonreír— Deberías decirme.

No pasa nada —Su cara de melancolía cambia a una sonrisa casi enérgica.

—Ven, le diré a las demás que hagamos una linda reunión para alegrarte.

Caminamos hacia la habitación de Janis, mi alocada hermana de cabellos multicolores.

—¿Qué? —Grita casi furiosa, pero al darse cuenta de que éramos nosotras, su facción cambia a una alegre— Pensé que era mamá.

—Aún no entiendo porque te pones de mal humor cuando mamá o papá te interrumpen... —Menciona Hanne un poco dudosa, a lo que Janis acaricia su cabello.

—No es lo importante, ¿qué pasa?

Queríamos hacer una mini reunión entre hermanasDigo sonriente, Janis parece reflexionar la situación, pero asiente.

—Acepto, vayan a buscar a Noelle —Iba a decir que yo iría, pero Hannelore alza su mano como si tuviera tres años, luego corre hacia una puerta de color celeste con brillos, donde con letras azules se puede observar el nombre "Noelle", una vez que la chica sale, la coge de su brazo trayéndola hasta la habitación de Janis, su mueca de asco es graciosa, ella le tiene fobia a todo ser o cosa que no esté desinfectado.

Y así es como se comienza una reunión de chicas en la casa Russtherford.

Constanzé ©  | Libro #4 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora