Ultima Oportunidad #SterekAwards

Treinta

Manada

[NARRADOR]

Cuando la manada llegó a la ciudad, todos se reunieron en el restaurante de Peter. El cual el Hale había cerrado solo para aquella reunión.

Stiles se sorprendió al ver lo cambiados que estaban todos. En esos casi cuatro años no había perdido del todo el contacto, pero sí que había una gran diferencia entre verlos en fotos y ver los cambios cara a cara. Un gran ejemplo era que Liam ahora era casi más alto que él, quizás le llevara dos centímetros de diferencia, y eso que el chico aún estaba creciendo.

- Es bueno verlos -Admitió el joven humano.- A todos.

Ante la última frase el ambiente se puso un poco incómodo, ya que era obvio que esa frase iba dedicada a Scott. El cual, por alguna razón, se había mantenido detrás de los demás. Como si no quisiera acercarse a Stiles más de lo debido.

Ante una mirada de Lydia, Stiles comprendió que iba a tener que ser él quien se acercara al alfa verdadero. Puesto que este no daba indicios de querer moverse de donde estaba. Así que si, fue Stiles quien dio el primer paso y caminó hasta donde se encontraba el alfa. Con complicidad, la manada le dejó pasar como si todo eso hubiera sido planeado, y probablemente hubiera sido todo idea de la pelirroja como una forma de hacer que los dos amigos se reconciliaran.

- Hola Scott -Saludó Stiles a su amigo una vez que estuvieron frente a frente.

- Stiles -Dijo el otro como saludo y con lo que se notaba era un nudo en la garganta.- Te ves bien.

- Tú también -Le elogió Stiles mientras se rascaba la nuca.

- ¿Se van a abrazar o qué? No cerré el restaurante para que solo se dijeran cumplidos -Se quejó Peter.

Hubo una pequeña risa nerviosa antes de que Stiles achicara los ojos mientras sonreía de forma burlona.

- ¿Quieres un abrazo? -Le preguntó el humano queriendo carcajearse por lo rojo que se había puesto Scott.

- ¿Un incómodo abrazo entre hombres?

- Mejor un incómodo abrazo entre hermanos.

Al escuchar la palabra "hermanos", Scott por poco y se lanza encima de Stiles. Abrazándole de tal forma que le levantó del suelo por un par de segundos y al humano le sonaron las costillas.

- Me siento reemplazado.

Obviamente, iba a ser Darren quien arruinara el momento. Ya que su necesidad de llamar la atención era igual de fuerte que la de Peter.

- Gané -Dijo de repente Stiles separándose de Scott.- Dame mi dinero, Malia.

La mencionada frunció el ceño mientras sacaba un billete de cien dolares de su bolso y se los entregaba al joven humano. El cual los cogió con una sonrisa socarrona y se los guardó en el bolsillo.

- Es todo por tu culpa, papá -Se quejó la, ahora, mujer coyote.

- ¿Y ahora qué hice? -Preguntó Peter sin entender.

- La pequeña Malia aquí presente, apostó cien dolares a que nuestro querido Peter iba a ser quien arruinara el momento. Por lo cual yo aposté que iba a ser Darren -Explicó el ojimiel.- Gracias hermano, me hiciste ganar cien pavos.

- Me alegra ser útil -Dijo sonriente el otro alfa.

(...)

La reunión continuó tranquila, con todos más calmados ya que al parecer la relación de hermandad entre el alfa verdadero y el humano hiperactivo era más fuerte que cualquier pelea o discusión que ellos pudieran tener. Aunque, obviamente, no todo fue color de rosas.

En el medio de la reunión, Dylan tuvo otro de sus "accidentes" mientras jugaba con Malia, la cual ya era caracterizada por ser brute al jugar. Provocando que todos se quedaran estupefactos viendo como al niño le salían garras, pelo y colmillos.

Por suerte, parecía que Erika supo como controlar la situación y fue la primera en acercarse para cargar al pequeño.

- Vaya -Comenzó a hablar la rubia.- Nadie me dijo que vendría Wolverine.

Todos ladearon la cabeza ante lo que la loba decía, pero esta les hizo una mueca que indicaba claramente que si no le seguían el juego iban a sufrir en sus manos. Así que todos comenzaron a seguirle el juego.

- Tenemos a un Batman, una CatWoman y a Wolverine -Continuó la broma Liam.- ¿Quién falta?

- ¡Robin!

Todos, a excepción de Scott, rieron cuando el alfa verdadero fue señalado por Dylan mientras este repetía una y otra vez que su tío Scott era Robin.

- Te lo dije, Scotty -Se burlaba Stiles.- Siempre has sido y seguirás siendo mi Robin.

- ¿Por qué no puedo ser un super heroe con más onda? -Se quejaba el alfa.- ¿Qué tal superman?

- No, tío Darren ya es superman -Le negó la petición el niño.- Tú eres Robin.

Scott hizo un mohín al darse cuenta de que a ese niño no le iba a poder ganar. Patético, perder una discusión con un niño de tres años.

La reunión continuó y, como el ambiente estaba más relajado que en un primer momento, Dylan volvió a la normalidad en menos tiempo que otras veces. Aunque la mirada de preocupación mezclada con seriedad que se les había alojado en el rostro a Cora, Peter y Deaton no se las quitaba nadie.

(...)

La reunión duró menos de lo que la manada hubiera querido, pero todos debían ponerse en marcha para conseguir habitaciones de hotel. Puesto que no, no se podía quedar toda la manada en el departamento de Stiles, y la casa de Peter no era una opción.

Para suerte de todos, Peter era amigo del dueño de un hotel cerca del centro. Por lo que con ayuda del mayor de los Hale consiguieron habitaciones para todos. Menos Deaton, que debía reunirse con el emisario de aquél territorio para hablar acerca de las intenciones y el tiempo que la manada pasaría allí.

Todo iba bien en la gran ciudad, mientras que a las afueras de esta un flamante Camaro negro cargaba gasolina. Y el dueño de este estaba ansioso por llegar y reencontrarse con sus familiares y su manada.

NOTA DE LA AUTORA:

Hasta aquí el capítulo. Lo subo re tarde porque por culpa de los exámenes no pude acabar de escribirlo ayer. Maldita escuela, consume mi tiempo libre con estudio de asignaturas inútiles ¿¡A quién le importa la vida de Hoover y Roosevelt!? A mí no.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.