Lauren
Sentía el ambiente muy cargado. Camila tenía su mirada fija en mí, como esperando una contestación distinta, pero no sería así. No era la única mirada que estaba posada en mí, los demás en la pequeña oficina hacían lo mismo, en especial el hombre de piel medio bronceada sentado en el escritorio.
— Necesitamos tiempo.
Sentí el silencio haciendo eco en el pequeño cuartito. Nadie gesticuló palabra hasta que Aaron mencionó con pausa :
— No se preocupen señoras. Esto es un proceso difícil y hay que tomarlo con la más calma y seriedad posible.
— Tenemos que analizarlo bien. No pensamos encontrarnos con unas condiciones así. ¿Podría darnos cita en un mes? — Camila buscó en mis ojos la aprobación de lo que había dicho. Yo asentí con pausa.
— Pautaremos éste mismo día del mes entrante. ¿Algún conflicto? — habló desde la derecha Carlos.
— No, ninguno. Gracias por su comprensión caballero– dije y me despedí con el típico estrechón de manos de todos.
En el viaje a casa, Camila y yo no cruzamos miradas, menos palabras. Fue un trayecto silencioso, todo más lento de lo normal. Sentí el camino más largo, tanto que acompañado del silencio me hizo pensar todo lo que había ocurrido en aquella oficina. Entramos a la casa, cada cual por su lado. En el rostro de Camila pude ver tristeza, decepción y desesperación. Realmente no se veía bien.
Ella quería traer a la niña a justo ese día y prepararle su habitación como la había pedido. Pero todo eso era imposible. Tendría que esperar más de un año, claro, condicionado a la decisión que tomáramos en un mes. Subí hacia mi cuarto en penumbras, ya era tarde. Me preparé para dormir finalizando al lavar mis dientes. Caí rendida a la cama con el primer toque del colchón. Recordé que no me había despedido de Camila, así que me dirigí a su cuarto. Abrí con suavidad la puerta y la encontré dormida. Besé su frente y apagué la lamparilla que había dejado encendida. Salí de su cuarto caminando lentamente. Cerré la puerta de mi habitación y me acurruqué en la cama. Parpadié varias veces para luego caer rendida.
Me encontraba en un sueño muy profundo, hasta que una pesadilla desconcertó mis pensamientos. Soñé que me encontraba justo en frente de aquel orfanato que habíamos visitado. Salí del auto cuando a la par del sonido de mis botas al caminar, se desató un tiroteo. Corrí hasta el único lugar que podría encontrar "seguridad". Al entrar por las puertas de aquel edificio de luces cálidas, observé como los niños salían gritando aterrorizados y tropezandose desde sus cuartos. Entre ellos estaba Leylen, tirada en el piso abrazando sus piernas y con la cara escondida mientras sollozaba. Al verme, me pedía a gritos que la llevara a casa. La tomé en mis brazos y salí corriendo entre los pasillos llenos de sangre. Justo detrás de nosotras corría también un hombre de piel morena, del cual no puede ver las facciones. Ella gritaba que era él, Javadd. Devolví la vista al frente mientras tropezaba con algo realmente duro, concreto. Levanté la vista con suavidad para encontrarme con quien me apuntaba con un rifle. Aquel hombre de facciones borrosas.
Me levanté más que asustada sentía como la cabeza me daba vueltas y el corazón se aceleraba a mil. Salí de el cuarto y caminé por la cocina para tranquilizarme. Al final, decidí dormirme en el sofá, me senté y luego caí dormida.
Narra Camila :
Hoy era el día que tanto esperaba. Ya estábamos las dos listas para irnos, sólo faltaba que Lauren sacara las llaves de la cartera. El reloj marcaba las 8:00 am, la hora exacta para irnos. Había desayunado unos pancakes ligeros que hizo por primera vez Lauren. Siendo sincera le quedaron ricos. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos frente al orfanato. Me preocupó mucho que Lauren cuando se bajó del auto lo único que hacía era mirar alrededor. Se veía asustada, decidí no preguntarle para no ponerla más nerviosa.

ESTÁS LEYENDO
Viendo Un Mundo a Multicolor (En EDICIÓN)
Fanfiction¿Deseas leer una historia sobre una tierna y delicada princesa perteneciente a una influyente familia real, que cuando llega a la plena adolescencia se enamora de la nada con solo un contacto visual de otro agraciado millonario y termina su historia...