Capítulo 5 • Sólo perdóname

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Luego de un rato de silencio frente a Carlos decidí hablar. En estos momentos me sentía demasiado estraña. ¿En realidad estoy frente a él tratando de pedirle perdón? Esta no es la Lauren que todos conocen.

- Trataré de ser lo más sincera posible contigo. Realmente soy una persona poco amigable y creo que lo acabas de descubrir. Si no fuera por Camila no estuviera aquí parada frente a tí.

- Bien, sino quieres hablar y lo haces por obligación esto puede terminar ahora mismo.

- No es la idea, a ella no le gustaría. Seguramente si no hiciera esto dormiría en la casita de mi perrito Scooby.

- Entonces, sigue hablando.

- Bien, perdón - dije susurrando.

- ¿Qué?

- Perdón, te estoy pidiendo perdón.

- Bien perdonada, ¿ya me puedo ir?

- Supongo que es todo.

Giré la cabeza y Carlos ya se había apartado. Creo que fuí bastante directa y descriptiva con él. Salí de allí y rápido entré a la cocina. Ley y Camila estaban sentadas en la mesa muy tranquilitas. Me estuvo raro que él no estuviera allí.

- ¿Qué se hizo el parásito?

- Ah, ¿qué pasó? Dime.

- ¿Qué dónde está Carlos?

- Salió al patio, va a comer allí.

- Bien por él.

Narra Carlos :

Luego del momento incómodo frente a Lauren, salí al jardín a despejar mi mente y a tomar un poco de aire. Comía y me preguntaba : ¿Habrá sido una simple casualidad que mi vida llegara a este punto o es una cosa fríamente calculada? ¿Por qué estoy aquí? Muchas preguntas, ninguna respuesta. Tenía tantas dudas dentro de mí que siendo sincero, no sabría en este momento si respirar o pestañear, o ambos. ¿Buen chiste, no? Ah! ¿Por qué cuando pienso me pongo tonto? Tengo un problema serio dentro de mí.

- Carlos, mamita te llama a la biblioteca.

- Em, gracias por avisar.

- De nada tío.

No me quedó otra que bajar de mi nube rosada y dirigirme a la fabulosa biblioteca. Cuando entré admiré cada estante. ¡Realmente este lugar es hermoso! Bajé mi vista y encontré a Camila con un libro en la mano, por cierto de un conocido autor.

- ¡Oh! ¡Buen libro de Literatura!

- Sencillamente lo amo.

- No pensé que te gustara un libro así de profundo.

- Soy rara.

- Eres exactamente igual que yo.

Me miró a los ojos y reflejó en su rostro una linda y curveada sonrisa. Se veía su nerviosismo, pero a la vez se notaba su convencimiento.

- ¡Mira! Esta frase realmente me identifica. "Recordar es es fácil para el que tiene memoria...

- olvidar es difícil para el que tiene corazón."

- Te la sabes.

- Esa fue la primera novela que leí. Es, asombrosa.

- Ojalá no tenga que esperar tantos años para reencontrarme con el amor de mi vida, como en la novela.

- Me llamaste, ¿no?

- Solo quería que me acompañaras un rato aquí en mi mundo.

- ¡Valla, lindo mundo!

- Es mucho más que eso.

Estuvimos unas dos horas allí sentados leyendo. Leylen de vez en cuando se paseaba por allí con algunos libros. Al final se cansó y se durmió en mi falda. Seguimos leyendo y de la nada apareció Lauren.

- ¡Qué increíble! Mientras yo me dispongo a buscar sustento para esta familia ustedes se vienen de vagos y se tiran en el maldito sofá olvidándose del mundo. Y si fuera haciendo algo productivo, pero no, tiene que ser leyendo esas porquerías.

- ¿Sabes qué? No tengo tiempo para tus estupideces y menos ánimo para discutir contigo. Hazme el favor y salte de aquí ahora mismo.

- ¡No! No hasta que dejes esa porquería a un lado.

- ¿No te quieres ir? Bien, me voy yo, a un mejor lugar con una persona con una mentalidad madura. Vámonos Carlos.

- Cuando no haya comida en ésta casa se van a arrepentir de perder el tiempo leyendo esas basuras.

Doblamos en el pasillo y lo único que se escuchaba era nuestra asquerosa risa.

- No puedo creer lo que acabas de hacer.

- No siempre Camila Cabello es una pequeña ingenua.
- Ya veo.

Años después...

Han pasado días y días llenos de peleas entre Lauren y nosotros. Era todo un completo desastre. Para decir más, esa chica, Lauren, se ha rebajado a un nivel de asco cuando insulta. Ella maldice de todas maneras cada cosa que se encuentra en frente. Una cosa positiva es que Leylen de un día para ha tenido una gran costumbre, cada vez que llega de la escuela se lee un libro. Aunque no lo crean y han pasado unos cinco años desde el primer día que llegué a esta casa y todavía no recibo totalmente el apoyo de Lauren. Ella me ha aceptado bastante, pero todavía no dijiere el asunto. Todavía siento ese rencor que me tiene, en realidad no se la razón por la cual pasa. Leylen ya tiene 10 años, casi 11. Es una hermosa niña de cabello ahora lacio y con esos bellos ojos de siempre. Por otro lado, Camila y yo llevamos una relación en secreto hace tres años. Sí, tres años. Lauren por ahora sospecha, pero nosotros procuramos no atraer la duda. Yo literalmente me he convertido en su papá. En todos los conciertos de la banda yo la cuido mayormente. Leylen realmente ha ocupado y cambiado gran parte de mi vida.

Narra Leylen

Me pregunto porque antes la escritora de esta historia no me dio ni una pedacito para narrar. Te odio escritora, te odio! Creo que mínimo me va a poner de protagonista, bueno eso creo. Bien, como ninguno de ustedes me conoce, me voy a presentar. Soy Leylen Kamryn, hija de mentira de las Señoras Jáuregui y de Papi Shawn. Estudio en un escuela bien aburrida. Allí me llaman de maneras bien feas porque tengo mis ojos bien raros. Mis únicos amigos verdaderos son los libros aunque suene muy cursi. Cuando quiero tener amigos no puedo, todos me rechazan. Y no me estoy haciendo la víctima, es una realidad. Pero cuando me molestan mucho, me defiendo como me enseño Mami Lauren. Me encanta el Fútbol y mi sueño es jugar algún día en la primera división femenil del FCB, también es muy raro pero no me importa. Tengo muchos sueños, uno de los ellos es que el chico lindo me haga caso. Hay un chico en la escuela super chulo. Solo prometanme que no le dirán a mis mamis y papi, me gusta y su nombre es...

- Leylen, ¿que haces hablando sola?

- ¡Mami tu no entiendes! Estoy hablando con mi libro.

- ¡Ya me habías asustado! Corre baja a la cocina. Papá y Mamá Lauren te esperan.

- Está bien, después le hablo a mi libro.

Viendo Un Mundo a Multicolor (En EDICIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora