Querido diario.
Ayer tuve el mejor polvo de mi vida, más que eso, un polvazo. No, no fue con Mario, ese cabrón aún no ha aparecido y prefiero no pensar en ello o acabaré peor que un pañuelo lleno de mocos, llorando por los rincones como una magdalena.
Todo empezó en Fortuna, la disco donde Dustin me obligó a ir para celebrar mi soltería. Bebimos más de la cuenta y comenzamos a bailar cada uno a nuestra manera cuando vi a Jordi, alias el buenorro motorista, me puse a provocarlo y acabó cayendo en mis redes. Mayra 1- Mario 0. ¡Deja de pensar ya en Mario! Joder lo dices como si fuera tan fácil olvidarse de la persona con la que has compartido tantos momentos. Pues pon un poco de tu parte y no será tan difícil.
Bueno a lo que iba, que cuando él se puso tan caliente que parecía que fuese a explotar me pidió ir a un sitio más tranquilo (la excusa perfecta para el pinchito). Primero me llevó a la playa -según él a tomar un poco el aire-, así que seguí con mis técnicas de persuasión, o como yo las llamo mis armas de mujer, y como mujer que soy conseguí lo que me proponía: calentarlo aún más. Aquel bulto me miraba incesante escondido entre la tela y con ganas de guerra, él era fuego y yo deseaba quemarme, pero no iba a decírselo claro está.
Eché a correr sobre la arena con los tacones en la mano y con la intención de que me siguiera. Él dudó unos segundos pero al final vino a por mí. Y cuando él creía que podría cogerme lo empujé y cayó de espaldas en la pequeña montaña de arena. Tiró de mí de tal forma que me caí encima suya y empezamos a rodar como dos croquetillas, ambos sin rumbo, sin destino ni ganas de mirar hacia atrás. Al cansarme de dar tantas vueltas lo sostuve por los brazos y comencé a darle besos por el cuello, primero besos pequeños e inocentes que poco a poco se fueron mezclando con algunos más juguetones. Él empezó a jadear aunque de forma bastante silenciosa, cosa que me encendió. Lo besé, su lengua para mí era el mejor de los antídotos posibles. Lo notaba más agitado, bueno y yo también (para qué mentir), le rasgué su camiseta y lo que vi hizo que todo mi cuerpo ardiera de placer, ya era tarde para dar marcha atrás, sus muy pero que muy marcados abdominales me habían achicharrado, me había puesto tanto que ni siquiera noté que estaba gimiendo. Él no me quitaba los ojos de encima, fue a bajarse los pantalones pero volví a atraparlo y no opuso resistencia. Con la mano que me quedaba libre lo desvestí, ya solo quedaban los bóxers para sentirlo ahí dentro. Me besó y cerré los ojos dejándome llevar, y entonces aprovechó mi despiste para introducirse dentro de mí bruscamente, pero no me hizo daño, al contrario, gemí más fuerte y tumbada encima de él me moví sin pausa alguna, escuchando como base para nuestros jadeos y gritos de placer las olas acompasadas del mar. Intentó en más de una ocasión colocarse sobre mí pero no le dejé y la lucha por intentar dominarme consiguió que me corriese antes, él aceleró el ritmo y yo continué saltando estimulando aún más aquel pequeño punto que me estaba volviendo loca. Era como si estubiese saltando sobre la Luna, como si una nube me sostuviera y yo pudiese flotar. Era algo tan maravilloso, grandioso, exquisito y placentero que debería de estar prohibido. Después de dos oleadas más de placer me fijé en él y vi que no le faltaba mucho para acabar, estaba aún más excitado que yo (y mira que era difícil), se deshizo de mi agarre y empezó a pellizcarme uno de mis pezones, yo grité más pero no por dolor, realmente me gustaba, y efectivamente me penetró más fuerte y de forma más ruda y se deshizo ahogando mi nombre en un gemido tan potente que todo mi cuerpo tembló. Luego me coloqué bien las bragas y el vestido, me ofreció ir a su casa para ducharme, yo acepté (no quería llegar con esas pintas a casa), sacó un casco y nos subimos a la moto. El aire me refrescaba la piel que aún seguía caliente por el ejercicio que acababamos de hacer.---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Aquí teneis otro capítulo, este es algo diferente, está narrado por Mayra ya que es lo que ella ha escrito en su diario. Espero que os guste y me digais si quereis más trozos de su diario como este. Un beso a todos y gracias por leer, votar y comentar :)
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Indestructible© [Editando...]
ChickLitSi te gustan las novelas románticas, ésta es la tuya. Esta es la historia de Mayra, una joven loca, auténtica y salvaje, enamorada hasta la médula del que parecía ser el "hombre de su vida". Pero a los dieciocho la vida da muchas vueltas, y de pront...