Una luz en el bosque

Capítulo 5 "La Fotografía"

La ida al karaoke no había resultado como Lara y Bonnie lo habían planeado por tres simples razones: 1) Ash había hecho el mayor de los ridículos de su vida. 2) Serena, al ver el show que Ash había montado en el escenario, huyó de él y 3) Courtney no había asomado su puntiaguda nariz por el local. En resumen, el plan había fallado en un 70% aproximadamente. El otro 30% de aprobación correspondía al lento que Ash y Serena habían bailado y la balada cantada tan románticamente por Clemont y Korrina.

― Al menos a ellos si les resultó ― Susurró Lara, suspirando audiblemente ― Tengo que idear algo para hacer que Ash y Serena se junten de una buena vez. De lo contrario, jamás naceré ― Ahora su cara era de terror absoluto.

Escribió unas cuantas frases en la agenda que tenía en sus manos, ya que no tenía nada mejor que hacer. Se encontraba en su cálida cama en el Centro Pokémon. Los demás dormían plácidamente después del ligero trasnoche en el karaoke. La peli miel observó el reloj en forma de Voltorb colgado en la pared de la habitación que marcaba las 10 de la mañana. Cerró su agenda con el propósito de levantarse cuando una fotografía cayó de ella. La joven observó quien aparecía en ella de una forma tierna, mientras los colores le subían al rostro.

― Nolan ― Tomó la foto y la acercó a su pecho ― No sabes cuanta falta me haces.

La fotografía mostraba a un peli castaño sonriente de ojos azules. Vestía un abrigo azul, bufanda, gorra y guantes amarillos. A su lado estaba Lara vestida completamente de rosa pastel y luciendo unas ruborizadas mejillas. Era invierno. Se podía notar por los copos de nieve que caían. De fondo, las luces de las calles parecían pequeñas luciérnagas que danzaban al compás de una suave melodía. También estaba la Torre Prisma alumbrando el centro de Ciudad Lumiose como una antorcha. Aquella fotografía había sido tomada una semana antes de iniciar su viaje Pokémon, convirtiéndose en uno de sus más grandes tesoros.

― Si tan solo pudiera decirle la verdad. Si tan solo pudiera...

― ¿Si tan solo qué? ― Terció Serena apareciendo en su cama.

Lara dio un pequeño salto. ¿En qué momento todo el mundo se había despertado? Observó hacia todas partes: Ash y Clemont ya no se encontraban en la habitación, Bonnie tallaba sus ojos tratando de espantar el sueño y Korrina la miraba desde la cama alta.

― Yo no dije nada ― Se defendió la peli miel, mientras intentaba guardar la fotografía sin éxito, ya que Serena, en un rápido movimiento, se la arrebató de las manos.

― ¿Quién es ese chico tan guapo? ― Terció Korrina, viendo la fotografía desde las alturas.

― Es Nolan, tu hijo en el futuro ― Dijo Lara, ocultando su rostro con sus manos. Ya no podía seguir negando al chico.

― Te gusta ¿Cierto? ― Habló Serena en un tono maternal.

― Yo lo amo ― Dijo Lara con su rostro totalmente sonrojado.

Recordó cuando conoció al chico que la volvía loca. Era verano y la brisa acariciaba los árboles en un lento vaivén cuando tío Clemont y su familia habían llegado a la casa de los Ketchum para pasar una semana en el tranquilo Pueblo Paleta. La pequeña peli miel había visto muchas veces a su amigo castaño, pero aquella había sido la primera vez que lo miraba con otros ojos. Desde siempre conoció a Nolan Miare "amigo", pero aquel día conoció a otro: Nolan Miare "niño" y en un futuro "algo más".

― ¿Lara? ― Serena llamó a la Ketchum mientras la movía.

― Yo lo amo ― Repitió la joven con el rostro rosado ― También tengo hambre.

Tanto Korrina como Serena cayeron de espalda ante el hecho. Era increíble como Lara podía cambiar los temas tan fácilmente. Minutos más tarde, las chicas acompañaron a Ash y Clemont en el desayuno. El joven inventor miró de reojo a la rubia un tanto nervioso. Ella le devolvió una sonrisa sincera y llena de sus más íntimos sentimientos. Ash también observó a Serena y se sintió avergonzado al recordar lo sucedido en el karaoke y el ridículo que le hizo pasar a la chica. Serena también lo observó cómo devoraba su desayuno, recordando el baile y el latir de sus corazones. Instantáneamente bajó el rostro para ocultar el rubor en sus mejillas.