Capítulo 19 "Adiós"

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Ash intentaba por todos los medios posibles mantener a Serena despierta. Lo mismo sucedía con Clemont: El cuerpo de Korrina estaba cada vez más helado, por lo que se limitaba únicamente a observar sus ojos y hablarle de cosas sin sentido. Bonnie apenas había despertado del gran desmayo que sintió. Lara lloraba en silencio ante lo que había sucedido. Jamás pensó que Arceus les daría la espalda de aquella forma.

― ¿Lara? ― Terció Courtney, que respiraba con cierta dificultad ― Estás muy pálida ¿Sucede algo?

― Solo estoy cansada, no te preocupes... Pero tú ¿Te sientes bien?

― Creo que no ― Dijo la castaña con una sonrisa triste.

Las amigas se observaron con tristeza y se abrazaron con dificultad. Ellas sabían lo que estaba pasando, pero no querían aceptarlo: Estaban muriendo. Como Serena y Korrina estaban agonizando en los brazos de sus respectivos novios, eso significaban que ellas en el futuro no podrían nacer. Por lo tanto, todas tenían que morir.

― Sobrinita... ¿Por qué respiras tan rápido? ― Terció Bonnie mientras se acercaba a la castaña.

― Demonios, creo que esto es el fin ― Dijo Courtney mientras se desplomaba junto a Lara. Ya no tenían fuerza para mantenerse en pie.

― Ustedes... ¿También? ― Preguntó Korrina con dificultad.

― Creo que si ― Dijo Lara ― Si ustedes mueren es ilógico que nosotras sigamos con vida ¿No?

Ash observó a las niñas con tristeza e impotencia. A pesar de los pocos días que llevaban compartiendo, un cariño muy especial se había creado en ellos. Por esa razón no podía creer que aquellos días en los que compartían jugos de naranja bajo la luz del sol se terminaran. No podía aceptar que aquellas cuatro mujeres murieran sin alguna oportunidad de salvación. En esos momentos odiaba a Arceus con todas sus fuerzas.

― Ustedes no se pueden morir. ¡No pueden! ― Gritó Ash, soltando algunas lágrimas.

― Tiene que haber alguna forma de poder salvarlas a todas ― Dijo Clemont de forma desesperada.

― No lo creo ― Dijo Lara.

― Ustedes están magullados y heridos por lo de Anabel. Nosotras estamos muriendo a cada segundo y nuestra única oportunidad de salvación desapareció en el cielo como un maldito cobarde. Creo que este será nuestro...

En ese momento, una poderosa luz verde apareció en el lugar, iluminando los rostros de nuestros héroes. Entre la vegetación espesa del bosque, dos ojos traviesos e infantiles observaban lo que estaba pasando. Aquel Pokémon se mostró frente a los niños rodeado de un aura blanca y sonriendo amablemente. Los chicos se quedaron congelados observando lo que sucedía. Incluso Lara y Courtney lo miraron agradecidas, aunque su llegada no sirviera de mucho.

― ¿Celebi? ― Terció Ash de forma esperanzadora ― No nos dejes tú también. Ayúdalas por favor.

― Por favor Celebi, no dejes que mueran ― Dijo Clemont en un sollozo ― Yo no podría vivir sin mi Korrina.

El Pokémon observó entristecido el panorama. Eran cuatro las chicas que estaban a punto de perder la vida: Una tenía el aura estancada, la otra una grave herida de bala y las otras dos morirían por consecuencia de las dos primeras. Sinceramente era algo lamentable, mas eso no era impedimento para que él no actuara.

Rápidamente, se acercó a las manos de Clemont y comenzó a traspasarle de su propia aura al chico. Celebi podía sentir cuán grande era el amor que el rubio sentía por la líder de gimnasio. El amor que se tenían era la única fortaleza que podría salvarlos.

Una luz en el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora