― ¡Pichu, vamos! ― Gritó Lara, mientras Pichu se instalaba en medio del campo improvisado.
― ¡Pequeña, hay que demostrar de qué estamos hechas! ― Ahora fue el turno de Courtney. La pequeña Gligar se posicionó junto a Pichu con una mirada desafiante.
― ¡Lucario, sal ya! ― Ordenó Korrina a su compañero, mientras este salía de su pokebola.
― ¡Sylveon, yo te elijo! ― Gritó Serena, mientras el Pokémon tipo de hada hacía su aparición.
5 segundos después...
― Pichu, usa ataque rápido en Sylveon ― Ordenó la pequeña Ketchum.
― Pequeña, Tijera X en Lucario ― Habló la castaña.
Ambos Pokémon obedecieron a sus entrenadoras. Al parecer no era la primera vez que sus Pokémon hacían equipo en batallas dobles, ya que se entendían a la perfección y sus ataques eran coordinados. Rápidamente, los contrincantes evadieron sus ataques. Ahora el turno de atacar les pertenecía.
― ¡Sylveon, usa rapidez y luego esquiva! ― Dijo Serena sin perder la vista de su objetivo.
― ¡Lucario, utiliza Puño Incremento en Gligar y luego evade! ― Gritó Korrina, dando pequeños saltos.
Desde sus lugares, Ash y Bonnie observaban atentamente cada movimiento realizado por las entrenadoras. Sin lugar a dudas eran increíbles. Estaban viviendo aquel duelo al límite, mostrando lo mejor que poseían y vaya que era mucho. De pronto, algo llamó la atención de la pequeña rubia.
― Oye Ash ― Dijo su nombre para llamar su atención ― ¿A Serena le picó algo en el cuello?
― No lo sé ― Dijo este haciéndose el desentendido ― ¿Por qué lo preguntas?
Cabe resaltar que esta pequeña charla era escuchada por todos los presentes en medio de la batalla.
― Lo pregunto, porque tiene marcas rojas en su cuello ¡Mírala! Puede ser peligroso. Además, a nadie le gusta que le piquen los bichos.
― Yo no estaría tan seguro. Creo que a Serena le gustó ser picada por ese bicho.
Cuando Gligar estaba a punto de hacer un Giga impacto, Serena gritó tan fuerte que, incluso, asustó a los Pokémon que merodeaban cerca de ese lugar. Todos tenían el rostro sonrojado por la conversación. Había quedado más que claro aquel tono de "Segunda Intensión" que tenían las palabras del Azabache. Todos lo habían entendido, menos Bonnie, que todavía podía imaginar a un bicho grande y peludo morderle el cuello durante las noches. La peli miel se limitó a terminar por su cuenta la batalla y salir corriendo de allí. A las demás no les quedó otra opción más que terminar todo y descansar.
La noche cayó rápidamente. Serena no pronunció palabra alguna durante toda la cena. Estaba avergonzada y lo último que quería hacer era chocar miradas con Ash. Pronto la fogata se apagó. Los entrenadores desplegaron sus sacos de dormir, teniendo como único techo las estrellas esparcidas en el firmamento. Korrina se colocó junto al rubio. Estaban muy pegados, uno junto al otro. Bonnie estaba a unos cuantos metros de allí. Lara y Courtney estaban dormidas juntas y en posiciones bastante extrañas: Abas tenían un muy mal dormir. Por su parte, Serena intentaba conciliar el sueño en un extremo del campamento. Ash intentaba hacer lo suyo en el otro. Sabía perfectamente que no se había comportado correctamente con lo que dijo. Es más, últimamente no se estaba reconociendo. Actuaba de forma extraña, diciendo palabras extrañas y pensando cosas extrañas.
A la mañana siguiente le pediría disculpas...
Muy temprano por la mañana, Clemont fue el primero en despertar. Besó tiernamente los rosados labios de Korrina antes de incorporarse de su saco de dormir y alistarse para preparar el desayuno. Todos dormían plácidamente, incluso Ash y Serena, aunque ambos estuvieran separados uno del otro por 15 metros de distancia. Pronto los demás fueron despertando para prepararse y así enfrentar un nuevo día lleno de retos, ilusiones y sueños que cumplir, aunque lo que más les interesaba en esos momentos era encontrar a Célebi.
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Una luz en el bosque
Fanfiction#1 EN CITRON {05/06/19} "¿Qué pasará cuando Ash y sus amigos se encuentren con dos chicas que dicen conocerlos cuando jamás se han visto en sus vidas?" Fanfic de Pokémon [La mayoría de los personajes pertenecen a SATOSHI TAJIRI, el resto es de mi au...