Capítulo 7 "La Cita"

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Lara abrió los ojos cuando su querido Pichu se removió, aún dormido, a su lado. Frotó sus ojos para espantar de cierta forma el sueño y con dificultad observó el reloj de pared: 8:00 a.m. Se odió a si misma por despertar tan temprano, por lo que no tuvo más opción que abandonar la cama y dirigirse al baño. Una vez lista, salió sin hacer ruido. Los demás aun dormían.

Lara caminó lentamente por los pasillos del Centro Pokémon. Se encontró con algunos entrenadores que la saludaban animadamente. Al parecer, todo el mundo tenía, hasta ese momento, un buen día. Todos menos ella. Su tiempo en ese mundo se le estaba acabando y todavía no podía encontrar pistas que le dieran el paradero de su mejor amiga. Soltó un suspiro lleno de tristeza para después intentar sonreír. Tenía que ayudar a Ash y Serena con su cita. Tenía algunas ideas en mente, mas necesitaría ayuda experta.

Una hora más tarde, el grupo se encontraba desayunando. El rostro de Clemont lucía más serio que de costumbre. El tiempo se estaba acabando y ya no tenía más ideas para ayudar a Lara. Tenía el ceño fruncido, mientras observaba el gran mapa que tenía desplegado en su notebook. Sus amigos lo veían preocupado, ya que este no había tocado su comida.

― Tío Clemont tenía la misma cara cuando Courtney se perdió en el bosque hace años ― Habló Lara, mientras bebía su jugo de naranja.

― ¿Se perdió en el bosque? ― Terció Serena sorprendida.

― Así es. Fue en el Campamento de Verano en Pueblo Paleta. Courtney intentó salvar a unas compañeras que estaban a punto de hacer al rio. Las salvó, pero terminó cayendo y perdiéndose en el cauce ― Lo último lo susurró.

― ¿Y qué pasó? ― Preguntó Clemont, mientras dirigía su vista hacia la pelimiel.

― Tío Clemont la buscó durante horas hasta encontrarla ― Sonrió la chica.

― Eso es un alivio ― Suspiró Ash ― Ahora tenemos que encontrarla nosotros ¿Por dónde comenzaremos? Tenemos todo el día.

― Había pensado que podríamos dividirnos y buscar en la periferia de la ciudad ― Respondió Clemont más que decidido. La historia relatada anteriormente por Lara lo había llenado de una sensación parecida a "Padre Responsable".

― Entonces terminemos de comer y vamos ― Gritó Bonnie, mientras tragaba su desayuno hasta atorarse. Eso provocó las risas de los demás en la mesa.

Posteriormente, cada chico se dirigió a las afueras de la ciudad en completa soledad. Lara, después de buscar y preguntar desesperadamente por su amiga sin éxito alguno, buscó con la mirada a Bonnie y Korrina. Ellas serían las únicas que podrían ayudarla con su plan maestro. Las encontró en una heladería, por lo que no dudó en unírseles con un helado de chocolate.

― No hay rastro de Courtney ― Dijo Korrina.

― Sé que tiene que andar por alguna parte. Yo no pierdo las esperanzas. De todas formas, necesito que me ayuden con algo importante ― Dijo Lara.

― ¿Es algo que tiene que ver con Serena y Ash? ― Terció Bonnie.

― Así es. Por cosas de la vida pude hablar con ambas, pudiendo comprobar mis sospechas: Ellos se aman, pero son muy tontos como para hablarlo tranquilamente. Así que he pensado en armar una cita para ellos.

― ¿Una cita? Yo te apoyo ― Dijo Korrina sonriendo.

― Igual yo ― Habló Bonnie ― Y creo que tengo la mejor idea de todas, pero primero tendremos que hablar con mi hermano y comprar algunas cosas.

Las chicas se miraron como si fueran cómplices de algún macabro crimen. Luego soltaron una carcajada diabólica digna de Drácula, lo que causó que los demás clientes las observaran detenidamente. Las chicas, con los rostros sonrojados, pagaron lo consumido y abandonaron el lugar. Bonnie, por su parte, les sacó la lengua a todos los presentes mientras se despedía sonriendo.

Una luz en el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora