Al entrar a aquel café lo encontró de nuevo, abrigado hasta el cuello, con la vista sobre la mesa, sus dedos de puntas redondeadas y gruesas envolvían el periódico de nueva cuenta, con los ojos forzados sobre el papel, mordiéndose los labios, su cabello desarreglado y las arrugas de su frente. Sin detenerse, con el sentimiento de felicidad y miedo en el pecho, se acercó lentamente hasta su mesa. No tardó mucho en llegar la mesera del lugar a atenderle, ordeno lo primero que le vino a la mente, pues al encontrar a aquel hombre, su sed estaba apaciguada.
-hola, que tal ¿me recuerda? Es un gusto volver a verle.
-Claro que le recuerdo, aunque tengo vagas dudas, no tanto en mi mente, si no en mis ojos, si bien ellos recuerdan su figura, me dicen que es más bella que todos aquellos días que le he visto anteriormente. El gusto no es suyo, si no mío, de ellos y todo alrededor.
Esas palabras esplendidas de aquel hombre le encantaban, no recordaba que trampa fuera más adecuada para su atención. Observo curiosa el periódico que yacía en sus manos.
-¿De nuevo leyendo el periódico?
-Lo tome exclusivamente por la lotería.
-¿Otra vez está probando suerte? ¿No le parece que las probabilidades de conseguir el número ganador son un poco escasas? Perdone mi pesimismo, pero no he conocido a alguien que haya sacado la lotería alguna vez, tampoco que se empeñe tanto en encontrarlo.
-El empeño es reciente, sabe, las probabilidades podrían ser del uno por ciento y un así me aferraría a probar suerte.
-¿Por qué?
-Desde que le conocí me siento el hombre más afortunado del universo. Dígame; ¿qué probabilidad hay de encontrarse con la mujer indicada al tomar el café por la mañana? Desde ese día, he estado jugando con mi suerte, despertando a la misma hora, tomando el mismo camino hasta un lugar al que por casualidad decidí asistir por un café, y aquí le he encontrado cada mañana. La buena suerte me acompaña desde entonces.
-¿Y ha dado con el número ganador?
-No lo sé, dígame usted, ¿Le gustaría cenar esta noche conmigo?
-Por supuesto...
-Entonces he sacado la lotería.