Capítulo 1

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~Narra Belinda~

Observe mi reflejo en el espejo. Mi largo cabello castaño lo deje suelto, tal como me gustaba. El maquillaje supongo que estaba perfecto, después de todo mi madre -Que por cierto era una gran maquilladora-, me maquilló y quedo muy lindo. Me puse mi vestido preferido, era de color negro y llegaba a resaltar mucho mis ojos de color azul. Tenía que estar perfecta, después de todo hoy era el aniversario de diez meses con mi novio Stiven y iba a darle su regalo en la fiesta que organizo su mejor amigo.

~Un rato después~

Llegue a la fiesta, y yo solo esperaba poder encontrarlo. La casa estaba repleta de personas algunas bailando, otras tomando y otras teniendo sexo, que asco, pensé. -¡Consigan un cuarto!- Les grite. Seguí buscando a Stiven por toda la casa, subí al segundo piso buscando cuarto por cuarto hasta que lo encontré.

Fue la peor imagen que pude haber visto en años. Stiven se encontraba moviéndose arriba y abajo salvajemente, de mi supuesta mejor amiga Leila. Lo único que puede hacer, fue quedarme callada por unos segundos, lágrimas por mis mejillas comenzaron a caer, pero esto no se quedaría así.

Rápidamente saqué mi celular y les saqué una foto, luego cerré la puerta silenciosamente y rápidamente baje las escaleras. Llamé a Luke el mejor amigo del maldito Stiven. Le pedí ocupar el audio y la televisión gigante de su casa por un momento para "darle una sorpresa a mi novio".

Me subí a una gran mesa, quedando a la vista de todos. Conecte el micrófono al audio y pedí que bajaran la música.

-Les quería decir a todos, muchas gracias por estar aquí esta gran noche de mi aniversario con Stiven.- Empezé a decir con una gran sonrisa cínica en mi rostro.- Stiven, en cualquier lugar en el que estés por favor sale y ven a ver tu regalo.- Continúe mientras llamaba al idiota.

Miré al segundo piso y ahí se encontraba él, saliendo del cuarto un tanto despeinado. Rato después Leila salió tratando de pasar desapercibida, pero al menos yo la noté.

-Stiven, mi amor ¿Por que no bajas y te subes conmigo aquí para que yo pueda darte tu lindo obsequio?.- Le dije aún tratando de disimular mi cinismo y aún más la rabia que tenía. Por que pena... no la sentí en ningún momento. Decepción, si.  

Rió nervioso.

-Claro cariño.- Dijo mientras se subía a la mesa.

-Bueno cariño, me e tomado la molestia de mostrarle a todo el mundo lo mucho que me quieres y lo que me haces justo cuando estamos de aniversario, eres tan tierno.- Le dije mientras lo miraba a él y al público con una hermosa sonrisa totalmente falsa. La sangre me hervía y mi corazón iba a mil por hora. Si que estaba cabreada.

Rió aun más nervioso.

-¿De que estás hablando amor?.- Dijo con un tono un tanto disgustado.

-De esto mi amor.- Apunte a la televisión con el control para encenderla y dejar ver la hermosa imagen de mi ex novio Stiven y mi ex amiga Leila teniendo sexo como dos perros cachondos sin ningún tipo de pudor y aún con el micrófono en las manos pronuncié las palabras finales.- Y aquí va tu regalo mi amor, terminamos. ¿No era eso lo que querías, acostarte con cualquier puta?, pues ahora te lo doy de obsequio, no hace falta que estés agradecido. Es más, aquí te va otro regalo.- Dije, antes de plantarle una gran cachetada seguida de una patada en las bolas.

Mientras bajaba de la mesa me topé con la zorra de Leila, le pegué una cachetada y le grité: ¡Zorra maldita y plana sin trasero!. Fueron las mejores palabras que dije en mi vida, pues ella si era una zorra y además no tenía ni tetas, ni trasero. Leila sólo se quedó incrédula, mientras que todos los que se encontraban ahí se reían de los traidores que acababan de ser humillados por mi.

Derecha, caderas de un lado para el otro y una gran sonrisa necesité para salir de ese lugar digna y admirada, ya no necesitaba a esos idiotas nunca más. 

~Al día siguiente~

Me levanté cansada, recordando el día anterior. Claro que a pesar de haberme vengado, aún me sentía como una idiota teniendo a dos personas que creí que eran importantes cerca mio, cuando lo único que hacían era mentirme a mis espaldas por mucho tiempo quizás. Lágrimas salieron recordando lo sucedido, nunca llore en frente de ellos para no parecer débil. Para olvidar un poco entré a darme una ducha.

~Unos minutos después~

Salí de la ducha y me puse un playera blanca con palabra "I love" en el centro y un short no tan corto. Bajé a la cocina y mi mamá estaba sentada en el sofá.

-Belinda, tenemos que hablar.- Dijo mi madre con un tono frío.

-Si claro mamá, dime.- Dije yo un poco asustada.

-Belinda... tu padre a sido transferido a California .- Dijo mi madre un poco sería y con un toque de emoción.- Y tendremos que irnos con él. 

-Bueno y ¿cuándo?.- Dije con curiosidad, la verdad me paresia genial comenzar una  nueva vida en otro lugar, lejos de las personas que me hicieron tanto daño.

-Esta tarde así que sube a tu cuarto y alista todo.-Dijo mi madre un poco mas seria que antes, yo solo acepte con la cabeza y subí a mi cuarto.

I love hard, I like.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora