El recuentro

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Cuando llegué a mi casa me encerré en mi cuarto, me acosté en mi cama y me quede una hora dormida.

Me cambie y salí de compras. Cuando salía de aquella tienda me tropecé con alguien. Era un chico alto, su cabello era castaño y sus ojos eran de color café oscuro. Él me dijo:

- ¿Estás bien? - me preguntó un chico un tanto preocupado 

- Sí, estoy bien - le respondí

- Lo siento, no me di cuenta. Me llamo Cameron - me dijo pidiéndome perdón

- Oh, está bien. No te preocupes - le dije para que no se preocupe

- ¿Cómo te llamas? - preguntó

- Mi nombre es Elizabeth. - respondí

- Elizabeth, ¿eh? Es un bonito nombre - me alagó

- Gracias. - respondí

- ¿Nos volveremos a ver? - me pregunto haciendo una pregunta casi obvia

- ¿Eh? Está bien. - le dije 

- Entonces hasta luego - se despidió 

- Adiós. - le dije

Esa fue la primera vez que alguien me trata tan bien, hasta lo que recuerdo nadie me trató así después de que murieron mis padres. Esa fue la primera vez que sonreí durante mucho tiempo.

No me sacaba la idea de que lo volvería a ver. Aunque no tenía idea si de verdad nos volveríamos a ver. Al día siguiente pasó algo que creía que quizá no pasaría. Mi segundo día fue cuando lo volví a ver.

Él se me acercó y me dijo:

- Hola, nos volvemos a ver - me saludo Cameron con una pequeña sonrisa

- Hola, tienes razón - le respondí

- Oye, siento lo de ayer - se disculpo otra vez

- Eso, está bien no pasó nada - le dije respondí otra vez para que no se preocupe

- ¿Está bien, entonces? - me pregunto

- ¡Sí! - le respondí con una pequeña risita

p*

Algo más que amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora