castigado

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Cuando me desperté, ya habíamos llegado a Inglaterra, ni sé cuantas horas me dormí, ni me inmute en despertar. Unos bajamos del avión, la cual esperaba una limosina negra y lujosa afuera. Habían metido todas las cosas a la limosina y entramos en ella, era muy espaciosa adentro y elegante. Mire que kaname no había soltado al bebe ni un rato, extrañaba tener a mi bebe en los brazos.

- K-kaname. Dije con temor.

- Si. Dijo sin mirarme.

- P-puedes darme a mi bebe. Dije, pero me miro serio. Se quedo callado un rato creo que pensando.

- Mmm... está bien. Dijo, me lo dio en los brazos, mire a mi bebe que comenzó reírse cuando me vio, tan hermoso, le toque su cabecita y le di un beso en ella. El bebe agarro me carita con sus manos y me dio un besito en la mejilla, la cual me salió una risita.

- Quien te ama iruko, yo verdad. Le dije jugando con su pancita, y se rio, también escuche la risita de kaname, la cual me sorprendí, lo mire, pero cambio su expresión a serio. Nunca había visto que él se comportara así. Sé que me castigara por haberme escapado, y eso da más miedo.

Después de unas horas viajando en la limosina, llegamos al castillo. Nos bajamos en la limosina y entramos al castillo, cuando entremos, Kaname nos dirigió a su despacho, nos hizo seña para sentarnos en la silla. Me senté nervioso en mi bebe en brazos, tocaron la puerta y kaname hizo entrar una sirvientas.

- Zero, dale el bebe a ellas que lo cuidaran. Dijo mirándome fijamente.

- Pero...

- Es una orden. Dijo molesto, no dije mas, me pare y se los di en brazos. Mire a mi bebe y le di un beso en la frente, me fui a sentar de nuevo y al mismo tiempo las sirvientas se fueron.

Kaname cerró la puerta con seguro y se dirigió a su asiento en el escritorio frente a nosotros.

- Zero tendré que castigarte al igual que Airó por escaparse. Dijo enojado.

- Por favor no le hagas daño a Airó. Dije preocupado porque sé que él, lo culparía por haberme escapado y le haría daño.

- No me importa lo que digas. Dijo sim mirarme.- tú te irás al calabozo primo.

- ¡¿Qué, me encerraras?! Dijo Airó molesto.

- No solo eso. Dijo mirándolo con un aura tenebrosa.- será en el de tortura, te torturaran por un mes.

- No, porfavor kaname no lo castigues. Dije con pánico por lo que le harían.

- Primo kaname, lo siento, perdóname. Dijo con temor.

- No te perdonare, por haberte llevado a Zero. Dijo enojado. Kaname se dirigió a la puerta la cualabrió-¡guardias! Llegaron dos hombres fuertes.- llévenlo al calabozo de tortura, déjenlo un mes encerrado. Los guardas agarraron a Airó.

- Por favor suéltenlo. Dije asustado, me levante a ayudarlo, pero kaname me agarro del brazo.- kaname, perdónalo, te lo suplico. Dije mirándolo con miedo.

- No. Dijo sin mirarme, mire a la puerta donde se llevaban a Airó, la cual me puse triste. Kaname me jalo asiendo que me sentar

- K-Kaname, p-or f-avor p-erdóname. Dije del miedo, me pare, por lo que iba a acercarme a él.

- No te perdonare Zero, por haberte alejado de mí. Dijo enojado, me entro temor y no me lo acerque.- ¿dime porque huiste? Dijo mirándome serio. Acercándose a mí.- ¡háblame! Grito, lo cual comencé a retroceder del pánico, pero me detuve, no iba a rebajarme ante él. Le diría el porqué, tengo que ser valiente.

- ¡por que! Le grite frustrado.- ¡me forzaste a acostarme contigo, cuando no quería, para mi so es como si me hubieras violado!, ¡me ibas a forzar a casarme, como no querías que huyera! Dije molesto.- ¡yo no quiero casarme, con alguien a quien no amo, y me obliga a hacer, lo que él quiera!

- Eso, no tiene excusa, que te escaparas. Dijo serio, por lo que me agarro de los brazos.- me perteneces, y no puedo dejar que algo que es mío, se escape. Agarro mi cara, haciéndome mirarlo fijamente.- te castigare. Dijo en un tono tenebroso, por lo que me dio miedo.

- No te pertenezco, estúpido kaname, no soy un objeto. Dije disgustado.

- No me importa. Dijo, me levanto de suelo, intente bajarme, pero me inmovilizo las manos, la cual no podía moverme.

- ¡bájame, Kaname! Grite frustrado.

Me ignoro, salimos de su despacho, y comenzó a subir las escaleras. Intente zafarme incontables veces, pero no podía moverme. Nos dirigimos a una puerta, por lo que bajo mis piernas y abrió la puerta, la cual entramos, adentro había una cama grande, con esposas, donde me esposo los manos y pies, pero no me dejaban moverme mucho. Lo mire enojado, por que se que me encerraría.

- Te quedaras aquí encadenado, vendré algunas veces, pero las sirvientas vendrán a traerte la comida. Dijo mirándome serio.- este será tu castigo, solo yo decidiré cuando te liberare, y tampoco podrás ver a mi hijo, hasta que yo lo decida. Dijo con una sonrisa de superioridad.

- También me alejaras, me mi bebe, Bastardo. Dijo molesto, intentando zafarme de las cadenas.

- Quiero que sufras, por querer alejarme de mi hijo. Dijo parándose, de la cama, por la cual se dirigió a la puerta.- esos, es lo que te pasa por huido de mi. Dijo cerrando la puerta.

- ¡MALDITO, TE ODIO! Dije comenzando a llorar, nunca debí haber huido, ahora me hará sufrir peor.

Comencé a llorar mucho, después de un rato unas sirvientas entraron y me trajeron la comida. No quería comer nada, y les dije que se lo llevaran, por lo que se fueron. Seguí llorando toda la noche, pensando en mi bebe y como estaba Airó, por lo que del cansancio me dormí.

Posesivo Rey VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora