Capitulo 12

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Finn se retiró el flequillo sudoroso de los ojos.

__Eres un borracho y loco __gritó entre risas__. Los poderes de la reina son inmensos. Es capaz de arrebatar una vida o de preservarla, pero no puede traer a tu esposa de entre los muertos.

Eric se estremeció y aquellas palabras lo hicieron más profundamente de lo que hubiera imaginado.
__Pero...Ella me lo aseguró __dijó y entonces se dio cuenta de que había sido lo bastante ingenuo para permitir que un ligero atisbo de esperanza invadiera su corazón.

Al cerrar los ojos pudo ver a Sara como la había encontrado aquel día. Se había puesto su vestido favorito __aquel con unos diminutos lirios bordados en el cuello__ y el cuchillo había rasgado la tela al clavarse en un costado, por debajo de las costillas. Tenía otro corte en el cuello. Los aldeanos le dijeron que habían sido unos ladrones de provisiones; se habían llevado las dos monedas de oro que Eric guardaba y los canastos de frutas y verduras econdidos bajo el fregadero__. Sara había intentado detenerlos. Cuando Eric llegó, sus manos estaban rígidas y frías.

De repente, el cazador supo lo que debía hacer. Empujó a la muchacha para alejarla aún más de los hombres y, tan pronto como estuvo fuera de su alcance, ella corrió hacia los árboles, sin mirar atrás. Eric desenfundó el cuchillo que llevaba a la cintura. Lo lanzó con giro de muñeca, clavándoselo en el pecho a uno de los guardianes, junto al corazón. El hombre se tambaleó y se aferró a un árbol. Entonces el cazador empuñó la dos hachas que colgaban de su cinturón y las levantó en el aire, una en cada mano.

Finn se adelantó, sujetando su espada en ángulo, esperando la oportunidad de acercarse lo suficiente a du cuello. Los otros dos guardias se abalanzaron sobre él. Eric golpeó a uno en la cabeza con el extremo romo de una de las hachas. El hombre tropezó, ligeramente aturdido, y se llevó la mano a la cabeza para tocar la herida abierta bajo su pelo rubio. Eric lanzó un golpe al otro guardia, pero este arremetió contra su costado. El cazador continuó luchando con él, bloqueando sus estoscadas, pero de pronto, por el rabillo del ojo alcanzó a ver cómo Finn alzaba la espada y avanzaba, dispuesto a atacar.

Arrojó un hacha al pecjo de Finn y este se tambaleó. Los guardias retrocedieron, sin quitarle los ojos de enecima al arma que Eric conservaba en las manos. Durante un instante todos permanecieron inmóviles, mirando cómo Finn se ponía de nuevo en pie. Como por arte de magia, la herida no sangró y su rostro recuperó la expresión. Su gesto despectivo era lo único que indicaba que lo había alcanzado. Arrancó el hacha de su pecho y rio, sintiendo la piel tersa ahí donde había penetrado el filo. Tenía la camisa desgarrada, pero se encontraba perfectamente.

__La reina me protege __afirmó con tono misterioso__. Sus manos me han transmitido poder: nadie puede herirme. Ni siquiera aquí, dentro del Bosque Oscuro __soltó una carcajada y lanzó el hacha contra Eric, pero falló y el arma quedó clavada en el tronco de un árbol cercano.

Eric notó la garganta seca. Nunca había visto nada igual: un hombre invulnerable. Incluso parecía como su el golpe lo hubiera reforzado. Finn lo miró fijamente y las venas del cuello se le hincharon al levantar la espada.

Eric trato de bloquear la estocada, pero ni alzó el brazo a tiempo y la espada de Finn le atravesó el costado. Al sentir el ardor del metal desgarrándole la carne retrocedió, con la esperanza de que no hubiera penetrado demasiado. Cuando Finn sacó la hoja, la sangre brotó de la herida y fluyó por el costado de Eric hasta sus raídos pantalones grises.

By: Jess_Lester ☺

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2016 ⏰

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Blancanieves Y El Cazador™ #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora