Luz
Tengo miedo a que me haga daño y me estoy haciendo más daño con tanto miedo...
Como sí pudiera fundir mi cara y manos, presiono las manos contra mi rostro, con fuerza desde la mandíbula hasta la nuca, una y otra vez. Estando sentada doblo mi cuerpo, golpeo mi cara contra las rodillas una y otra vez, mientras presiono mis ojos con las palmas de las manos y sintiendo estallar mi cabeza.
Escucho como se desactivan los seguros del carro, sé que viene por mí. Quito las manos de los ojos y abrazo mis piernas por debajo de las rodillas muy fuerte, deseando despertar de esta pesadilla.
Escucho que abre la puerta pero no volteo. Siento como toma mi cuello y brozo, tira de mí como, sí fuera una simple muñeca de trapo. Estando a espaldas ahora de él, vuelve a acorralarme frente el coche.
Retira el cabello de mi cuello, besa lentamente mi cuello, pasa su lengua desde el cuello hasta la mitad de mi espalda, bajando mi blusa por detrás. Pone sus grandes manos en mi cadera, las mueve lentamente a mi cintura, las sube hasta acunar mis pechos y besa mi oreja izquierda rugiendo. ¡Mía!
Usando una de sus rodillas abre mis piernas, baja de nuevo sus manos por mi cintura y dirige cada una, por dentro de mis piernas, aprieta y abre sus manos sobre ellas. Pega totalmente su cuerpo contra mí, haciéndome sentir, cada parte de él. La ausencia de oxígeno en mis pulmones por tanta opresión, me hace sentir mareada.
-Eres la mejor mercancía que he encontrado, seguro que ganaré, mucho dinero, con este cuerpecito. –Lo escucho decirme al oído.
En ese instante siento convertirme en hielo, las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas, al confirmar lo que tanto temía.
Su mano grande en mi nuca, dirige mi cuerpo frente a él, tengo tanto, tanto miedo, cierro mis ojos, me niego a abrirlos. Como no tengo, ya ningún objeto al cual aferrarme, cualquier cosa, que evite que me lleve.
En mi patético intento de detenerlo, desesperada hasta el borde de la locura. Me abrazo su cuello, junto lo más que puedo mi cuerpo a su pecho sudoroso y abrazo su cintura con mis piernas, con toda la fuerza de la que soy capaz.
Exploto en un llanto escandaloso y desconsolado que me fue inevitable prevenir o controlar y me aferro a él como si fuera un salvavidas.
Me dije, que no lloraría, ni suplicaría, que sería fuerte y mantendría mi cabeza siempre en alto, bajo cualquier circunstancia. Pero fuera de la teoría y ya en la práctica, es cuando te das cuenta que, de un segundo a otro todos tus planes, sueños y prácticamente todo lo que te hace ser tú, se convierten en pequeños trazos de cristal.
Sabes todo lo que perderás... En dónde quede yo, no sé quién es esta patética que llora desconsolada.
¿Por qué mi vida se convertirá en un infierno?Camina con llevándome en sus brazos, con cada paso que da, aumenta mi temor, desesperación y desconsuelo. Escondo mi cabeza en su cuello, llorando y respirando agitadamente sobre él.
- Muy bien, ahora sí pareces mi niña buena. – Dice, con un voz ronca. Al escucharlo siento engrandecer mi llanto y él fricciona mi cuerpo con sus manos sobre sí, tomándome por las costillas.
Gael
¡Por fin! Mi porción de cielo....
Incontrolablemente, se despierta en mí una segadora necesidad, siento la dolorosa abstinencia de todas las drogas más poderosas del mundo, siento mi cuerpo arder, doler y extasiarse todo al mismo tiempo.
Hay una tormenta en cada uno se mis sentidos, que busca saciarse de ella desesperadamente.
Ella tan ajena a la agonía que es para mí, su sola presencia, de cómo la siendo en mi alma y cuerpo, aún sin haberla tocado.
Tan hermosa, esconde la esencia de todos mis sueños. Ella no sabe, que me atrapo en sus ojos,
Desatando a todos los demonios furiosos y desquiciados en mí, Deseosos de poseerla y dominarla completamente.
Estoy segado, hechizado, vuelto nada nada ante ella. Los demonios me traicionan y se rinden a ella y sé lo que es el miedo
Ella, tan ajena, a todo el amor, que exploto en mí. Estoy desahuciando, condenado, desquiciado y Infectado de su veneno célula por célula.
No hay poder en el universo que me obligue a apartarme de ella. La amo, la amo, la amo, inexplicable y eternamente la amo
Por encima de mi o de ella... ¡MiA!
Me adentro, perdiéndome profundamente en su mirada, sin dejar ni un segundo de estar en ella, corro hacía hacia ella.
No hay distancia, puerta, seguro, ni cinturón de seguridad, que me detengan y un segundo la tengo en mis brazos.
El calor y olor de su cuerpo me sobre excita, me intoxican, pero aun así quiero más y más no puedo parar. No me importaría morir bajo la más cruel de las torturas, si con eso gano el gran placer que siendo al tocar tu cálida piel.
Una de mis manos toma su nuca y la otra se aferra a su cintura. Este momento por mucho supera todos mis sueños, el temor que desaparezca me siega. Me presiono sobre su cuerpo y me pierdo oliendo y besando su dulce cuello.
Deseo de probar el sabor de sus labios, me incita a dominarla y poseerla en cuerpo y alma.
Ella no sabe pero, más allá que reclamarla como todo mi ser me dicta.... yo doblego todo mi ser a ella, una humana...
¡MIA! -Gruño en su oído, incapaz de dominar todos mis demonios e instintos animales. De pronto ella grita y del solo el hecho sentir sus manos en mi pecho me distraigo, lo que ella aprovecha para alejarse de mí.
- ¡Oye pervertido de quinta!
¡Suéltame inmediatamente!
¿Dé seguro caminas a diario por la calle acosando mujeres, las abrazas diciéndoles ¡MIA! con actitud de perro en celo y las tienes rendidas a tus pies?
Pero ¡YO! ni idiota, ni perra o zorra.
¿Mía?
¿Pues cuánto demonios pagaste?
Pero que táctica más estúpida.
Me vale madre, quien chingados te creas, ¡Nadie es mi dueño!
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Por Encima Del Alpha
WerewolfMujer, si a tus ojos es hermosa... para un hombre es más peligrosa que mil legiones de demonios. Ella: !Pervertido de quinta! ¡Suéltame inmediatamente! Típico idiota, acosador de mujeres que caminan por la calle. Vas, asumiendo y diciéndoles "MÍA...