12

753 62 5
                                    


- ¿Qué paso ahí afuera?- pregunte cuando Zayn de nuevo conducía al hotel.

- ¿De qué hablas?- sonó indiferente, su mirada estaba clavada en la carretera y parecía molesto.

- Pues, de esto, estás enojado Zayn.

- No es solo que me molesta que...- dio un suspiro y se quedó callado, después de un rato contesto - Estábamos muy cómodos.

Me eche a reír y tome la mano que estaba recargada en su pierna. Entrelace nuestros dedos y después bese sus nudillos, él sonrió y giro a verme, sus ojos brillaban y aquel rojizo se había esfumado, de nuevo era ese tono dorado un poco más claro.

Se recargo cómodamente en su asiento y pude notar como todo el enojo y la tensión se iban de su cuerpo, de nuevo estaba tranquilo y sonriente.

- ¿Y qué harás ahora con una ventana rota?- señale la ventana que se habría quebrado por el golpe una media hora más temprano.

- No sé, debo llevarlo a la agencia supongo.

- Mmm, genial, pero querías parecer muy rudo quebrando cosas.- rodé los ojos y él sonrió sin decir nada más. Zayn tomó la salida del freeway y continúo conduciendo en silencio.

- No sabes lo mucho que me importas- se acercó a mí para darme un beso en la mejilla, "no, tú no tienes idea de lo que tú me importas a mi" pensé, pero no lo dije.

- Niall llamo, traerá las cosas el mismo, también, estuve toda la mañana buscando una casa, así que, bueno, conducimos hasta ahí.

Mire sobre el vidrio, era verdad, pero no había puesto atención en el camino por observar a Zayn, algo totalmente comprensible con semejantes pestañas y labios. Pero ahora que lo hacía, me di cuenta de que no estábamos en camino al hotel.

Seguí mirando afuera, el clima era frio y nublado y por alguna razón me encantaba, siendo que yo era una persona que amaba el sol y el calor, un pequeño escape de eso me haría sentirme mejor. Los arboles hacían camino a un bonito vecindario, colorido y con ese aspecto antiguo y al tan estilo americano que lucían las películas de vaqueros.

Baje de un salto al llegar a la casa, la mire con una sonrisa, extrañamente ¡me encantaba! el techo era en dos aguas, la casa color chocolate pareciendo madera, como... una cabaña, una mecedora y una maca de colores estaban en el pórtico  y pude imaginarme sentada ahí con mi taza de café, un montón de cobijas y mi laptop.

Después de todo, no sería tan terrible vivir aquí como pensé.

Gire a ver a un Zayn sonriente.

- Te encanto.- afirmó y simplemente asentí con la cabeza mordiéndome el labio. – Será nuestro hogar bebé, solo tú y yo.

- Me encanta, es perfecta.

- Estaba pensando lo mismo.- hizo una pausa.- lo mismo de ti.

- Oye basta Romeo.- bromee con la cara probablemente roja y el soltó a reír, me acerco por la cintura y acarició lentamente mi mejilla.

- Eres lo más bello que han visto mis ojos.

- ¿Puedes explicarme como hace una hora peleábamos como histéricos?

- Mm, solo te resistes muñeca.- murmuro y sentí una cosquilla extraña en el estómago cuando dejo de acariciar mi mejilla y tomo mi cuello para besarme. Un beso dulce y lento.- Me gusta mirar la hermosa chica que tengo.

- Basta Zayn- dije riendo aún muerta de pena- ¿lo cursi se te ha subido a la cabeza?

- Tal vez- soltó una risita, negué con la cabeza y el tomo mi mano. - Traje casi todo de la vieja casa.

HIDDENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora