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Finalmente nos habíamos detenido en uno de esos bonitos restaurantes del centro comercial, mi estómago tenía una revolución exigiéndome comida.

Hoy era Halloween y toda la decoración en tiendas y restaurantes era fenomenal. Era mi primera festividad americana en Estados Unidos y vaya que se lo tomaban enserio, la mayoría de los empleados usaban disfraces ridículos o maquillajes que lucían muy elaborados y profesionales.

Merrian se sentó frente a mí dejando el montón de bolsas en el piso justo un lado de las mías, la miré durante unos segundos mientras acomodaba todo perfectamente.

La chica era absolutamente hermosa, además tenía una encantadora personalidad y era demasiado lista, básicamente era la chica perfecta. Ese día me había sentido casi tan linda como ella, muy temprano me encontró tirada en el sillón "lista" para irnos y me llevo inmediatamente a su habitación para solucionar lo que ella creyó un desastre. Tampoco podía culparme, toda la mañana el tema de Wesley me había estado torturando y no podía esperar para simplemente ver a la chica y bombardearla con preguntas, tenía que saber todos los lados de la historia, ¿por qué demonios Zayn haría algo tan horrible? Debía de haber alguna razón al menos, quizá Harry lo había provocado haciendo algo terrible también. Fue tan vago con los detalles y no me atreví a preguntarle, rápidamente había cambiado el tema y ni siquiera fui capaz de entregarme a ninguna conversación después de eso. Además esta mañana cuando desperté Harry no estaba de nuevo y aun cuando la noche anterior me había aferrado a su cuerpo, esta mañana no pude sentir cuando se fue.

Así que con la mente en quién sabe dónde y el montón de preocupaciones, poco le había prestado atención a mi apariencia.

"Anne puede ser Halloween, pero no tienes que verte así"

Si, hubiera sido ofensivo si no fuera ella con ese tono dulce y la sonrisa amigable.

Claro que Merri me había prestado ropa desde la noche anterior pero ni siquiera me había maquillado o le había dedicado tiempo extra a mi cabello. Merrian bajo luciendo increíble en zapatillas altas y ropa que sobresaltaba todos sus atributos, maquillaje precioso y cabello impecable, me sentí diminuta e irrelevante a su lado. El cuarto de la chica parecía un glamuroso camerino de Hollywood y estaba del otro lado de la casa en un pasillo que ni siquiera sabía que existía, su habitación era un sueño. Tan pronto entramos puso manos a la obra y fui incapaz de reconocerme en el espejo una vez que terminó, jamás había lucido tan sofisticada y femenina, me sentía increíble.

Liam también se veía guapísimo cuando decidió acompañarnos esa mañana y agradecí que Merrian hubiera hecho su magia porque en definitiva mi autoestima se hubiera vuelto añicos caminando junto a los que probablemente eran los dos seres más hermosos en la tierra, Adonis y Afrodita.

Después de horas gastando más dinero del que había gastado alguna vez en mi vida en cosas para mí misma finalmente nos habíamos dignado a sentarnos a comer, el castaño se había perdido en una de las tiendas pero recién nos había mandado un mensaje diciendo que venía en camino.

- Gracias por todo Merrian, enserio.- dije mirando el montón del bolsas en el suelo con los nombres de costosas y reconocidas marcas, ella sonrió grande y tomo mi mano en un apretón afectuoso y lleno de entusiasmo.

- ¡Annie bella!- chillo.- De nada, Liam tenía razón y supongo que tenía que compensarte por todas esas mesadas que no te di en tus dos vidas, por cierto, los bolsos los compré con la tarjeta de Harry, así que tendrás que agradecérselo, tal vez un disfraz de conejita esta noche.- me guiño el ojo y me reí apenas.- ¡Ya! Estamos solas y he querido preguntarte esto sin oídos curiosos alrededor.

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