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El enorme Jeep con el que Niall había llegado aquí se hacía paso entre la desierta carretera, el sol estaba comenzando a salir ya, por lo que debían ser como las 5 o 6 de la mañana. Un bostezo salió de mi garganta y Zayn me sonrió haciendo una leve caricia en mi mejilla.

- Duerme muñeca.

- ¿A dónde vamos?

- A casa.

- Pero... Louis.

- No podemos estar huyendo de él todo el tiempo.- susurró.- Tengo que hacerle frente en algún momento, tengo que acabar con él y cuando lo haga tu y yo podremos estar completamente bien- sonrió mientras el auto se estacionaba fuera de casa.- Tranquilos.

Me quede en silencio meditando todo lo que él había dicho. Baje de un brinco mirando a Zayn abrir la puerta de la casa y darme el paso, sonreí entrando por fin.

- Voy a tomar una ducha.

- Haré lo mismo muñeca- me beso la mejilla y entro en su habitación- Cualquier cosa gritas, puedes estar segura que escuchare cualquier murmuro- me guiñó un ojo y se giró para marcharse.

A penas entre a mi cuarto camine hasta mi armario y tome un enorme suéter color rosa viejo, un par de leggings y ropa interior.

El agua salía bastante caliente como me gustaba, la regule con un poco de agua fría y entre mirando el vapor que se desprendía de ella, enjuague mi cuerpo ya que mi piel en lugar de estar blanca como de costumbre tenía enormes manchas de suciedad por todas partes. Masajee mi cabello en un montón de espuma sintiendo que eso era justo lo que necesitaba, limpiarme la pesadilla de día que había tenido desde ayer hasta ahora.

Estaba exhausta y sentía toda esa tensión en mi cuerpo, en mi cuello y hombros.

De pronto no pude más y solté un enorme sollozo, mis manos subieron a mi boca para callarlo pero era imposible, había muerto, Joshua había muerto por mi culpa.

Cerré la llave hundida en un montón de vapor y me senté sobre el piso de la ducha abrazando mi cuerpo desnudo. Recordando todo una y otra vez, sin parar como una vieja cinta, su voz, los gritos y la casa en llamas, no pude más cuando mi estómago se revolvió y termine vomitando absolutamente nada más que un poco de líquido sin sentido, porque ni siquiera había sido capaz de comer esta mañana. No podía dejar de llorar.

- Anne, ¿Anne estas bien?- Zayn comenzó a golpear la puerta suavemente y ni siquiera pude contestar. Lo escuche entrando cuando solté un sollozo aún más fuerte y el me levanto envolviéndome en mi toalla.- Anne amor, ven aquí.

- No puedo Zayn, no puedo.

- Ven tranquila.

- ¡Murió por mi jodida culpa!

"- Eres como la chica estúpida de todas las películas de drama que cree que nunca nada va a pasarle y siempre arruina todo.

- Pero nada va a pasarme de verdad.- frunció el ceño- A parte, nunca les pasa nada de todos modos, casi siempre son las protagonistas.

- Y todos mueren al final por su culpa.

- Joshua, nadie puede morir, todos son Dioses."

Solté otro sollozo tan pronto como su voz hizo eco en mi cabeza.

Zayn me había envuelto en mi bata de baño y se recostó en mi cama conmigo en sus brazos.

- Tranquila muñeca.- susurraba pero no podía tranquilizarme, los ojos me ardían y el estómago me traicionaba, no podía sentir algo que no fuera un montón de asco quemándome la garganta.

HIDDENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora