-Bien. Quítese el traje - sonrió. La chica le pegó una bofetada y sonrió de la misma manera. El conde entró y miró a los dos.
-Sky, Sebastian te hará el vestido. Así que por favor, haz lo que te diga, es solo para que el vestido te quede lo mejor posible, ya que mi Tía ha mandado uno, pero... Es muy voluminoso y te quedará un poco grande sospecho, sólo por favor. Abstente de pegarle otra, ya sé que es terco pero hazle caso solo esta vez. Por cierto, gracias por lo de la fuente, daba mala imagen de la forma en la que se encontraba- asintió sonriente- Bien, adiós, y Sebastian, cuidado -
El Conde cerró la puerta y el Mayordomo miró de una forma indescriptible a la chica. Entre forma seductora, y de una manera divertida.
-Ya escuchó. Haga lo que le diga, es una orden del Conde - la chica sin dificultades ni preocupaciones empezó a quitarse el traje, quedándose en ropa interior enfrente del Mayordomo. El cual disfrutó cada segundo.
Y más cuando se acercó a ella y le tocó la cintura con las manos desnudas. Sonriente empezó a medir todas las partes de su cuerpo que necesitaba.-¿Has terminado?- asintió-
-Con cuello o sin cuello.
-Sin - sonrió -
-Bien, todo listo, quédese en ese estado si desea, a mi no me importa. ¿Sabe? Pagaría millones para verla lavar los platos así al menos 5 minutos -
-¿Debo tomarlo como un cumplido? Decía mientras se colocaba la vestimenta de Maid con la mirada penetrante del Mayordomo -
-Tómelo como desee, yo me iré, no sin antes, claro, darle otra oportunidad, deseo que me muestre. Ya sabe. Solo un simple guiño con un ojo - sonrió - Solo eso.
-Ni lo sueñes, mayordomo-
*Muéstramelo de una maldita vez! Necesito saber si es un Demonio o un puñetero Shinigami o peor. ¡¡Un
@#&% Angel!! ¡¡Necesito ver sus ojos!! ¡¡Maldita sea!! * pensaba furioso el Mayordomo.Se acercó a la chica mientras ella trataba de atarse el moño detrás. El mayor la abrazó mientras la cercaba. La chica no hizo nada. Siguió tratando de atar el moño. Sin embargo, el peli negro, muy atento, tomó sus manos y las puso detrás de su nuca mientras arreglaba el lazo para hacer el moño. Miraba a la chica a los ojos esperando algo. Cuando terminó, tan fácilmente, el Mayordomo la acercó hasta poder besarla. La chica cerró los ojos. Él también y se unieron en un tierno beso. Pero el Sirviente debía saber qué era, no iba a tenerla y luego saber que era un Shinigami o un Ángel. Necesitaba saber que era un Demonio.
Lo necesitaba.
La necesitaba.
La necesita.
-Bien. Terminaré esto en... Una o dos horas. Así que, si me disculpa. Belleza, la veré dentro de un rato - Se fue y ella solamente suspiró.
Fue y limpió de nuevo toda la mansión. Con lo que tardó tres horas. Era un simple tic nervioso, al estar bajo presión ella sentía la necesidad de hacer algo para entretenerse.
Estaba preparando la mesa y, en un momento, decidió prepararlo elegantemente todo.
Así que, de un salto, acomodó el mantel de un lado y luego saltó con una elegancia y estrepitosidad increíble haciendo que el otro extremo de la mesa también sea cubierta por el mantel. Aterrizó en las barandillas del piso de arriba... Veía desde una altura superior todo. La limpieza era impecable y el mantel ya estaba puesto en la gran mesa de por lo menos seis metros. Sonriente bajó de un salto de la barandilla. Y vio a un costado al Mayordomo aplaudiendo, tragó en seco.
-Gran trabajo Señorita, venga, debemos probarle el vestido, apuesto que le quedará fascinante-
-Gracias- dijo seria. Siguió al
Mayordomo sin decir mucho más.Sebastian seguía pensando, la observó, le vio los ojos rosas.
Eso significa una buena señal, pero también una mala.
El color rosado en la escala cromática está tanto cerca del violeta como del rojo.
Sin embargo también podría ser la transformación de un color verde...
Eso significaba que sería un Shinigami. Y no quería un Grell cerca de él más tiempo del necesario.Si ella llegaba a tener los ojos violeta sería un Ángel. Y eso, le permitirá sin arrepentimiento matarla. Lo más doloroso posible.
Pero en aquel momento que sonrió de lado, quitó aquella sonrisa con un recuerdo de hace apenas unos escasos minutos, él besandola, y ahí, apretó los labios pidiendo mentalmente que no fueran ni verdes y violetas.
-Por aquí- La guió -
-Oye - exhaló - Se me hará tarde para la...
-El conde se encuentra tomando su té. No se preocupe- entraron a la habitación del pelinegro. Cerró la puerta y a la chica le acarició suavemente la mejilla - Por qué no me dice ¿Qué es? Es fácil. Sólo muéstreme uno de sus ojos, vamos - pidió- Me sentiría tan agradecido. Y las cosas entre usted y yo cambiarán, se lo prometo - la chica negó-
-¿Me probará el vestido? - asintió.
-Pero la ropa, quiero quitársela yo.
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Una Nueva Maid Para La Familia Phantomhive
RomansaCiel miró con cierto enojo, decepción y molestia a la nueva sirvienta que el Mayordomo contrató hace apenas unas cuantas semanas. Estaba ahí, arrodillada. *no te salvarás esta vez rubia idiota* pensó el niño mirándola con desgana. *Haré que Sebasti...