Judy
Las unidades de emergencia habían llegado a Paw Center, Elizabeth y yo seguíamos atendiendo a los heridos y manteniendo el orden en el lugar, fue un evento trágico, me dolía mucho el aceptar que, el mundo en el que vivíamos era así de cruel, la enorme impotencia que sufría al no haber ayudado en el momento en el que más me necesitaban me enfurecía, tenía el enorme deseo de darle caza a los culpables de este terrible acontecimiento, pero, no podía dejar que mis sentimientos nublaran mi juicio, lo primordial ahora, era ayudar a las víctimas del ataque. El escenario era doloroso, y aún más, por el clima que se avecinaba, era tarde, el sol estaba a punto de esconderse en el ocaso y para nuestra mala suerte llovería, no había un peor momento de tristeza que ese, tragedia y lluvia, la perfecta combinación de aflicción y llanto. El hecho de tener que contener mis lágrimas era extremadamente difícil, y aún más, cuando posaba mi mirada una y otra vez sobre aquellos niños que cuidaban los paramédicos, conmocionados por el evento, algunos heridos y otros en shock por lo ocurrido, sin embargo, me acerque a ellos, y me dispuse a tranquilizarlos, me encantaban los niños y no soportaba verlos tristes y decaídos.
Me acerqué lentamente hacia una ambulancia, en ella se encontraban dos pequeños fénec, agarrados de la patas, mientras caminaba, haciendo del trayecto un camino algo más corto, podía apreciar cómo uno consolaba al otro, al parecer eran hermanos. Los dos notaron mi presencia al pararme junto a ellos, noté cómo el mas chico lloraba en el hombro del mayor, el pequeño fénec alzó su vista hacia mí, mientras él acariciaba a su pequeño hermano.
— Hola pequeños... ¿Cómo se llaman? -— dije de la manera más amistosa posible, mostrando la mejor de mis sonrisas, todo para que aquellos zorritos ya no sintieran temor.
— H...ho...hola — dijo aquél zorrito que consolaba al pequeño, de una forma tímida y triste, unos pequeños estímulos de melancolía surgieron en sus enormes ojos verdes, haciendo que poco a poco fueran empañándose hasta el momento en el que dejo caer unas pequeñas lágrimas que lentas pero dolorosas, recorrían lentamente sus mejillas.
Aquella mirada penetraba mi ser, el verlo llorar quebrantaba mi interior poco a poco, no podía soportar ver a ese zorrito sentir algo así, sus ojos me recordaban a los de cierto animal especial para mí, tenía que hacer algo, quería que supiera que alguien estaría con el, dispuesto a ayudarlo. Coloqué mi pata derecha sobre su rostro, limpiándole suavemente las lágrimas que salían de sus hermosos ojos, un sentido maternal floreció en mi en ese momento, lo abracé y acaricie de forma agradable su cabeza, tal y como Nick lo había hecho conmigo en aquél puente, hacía ya tres años.
— Shh... Shh... tranquilo, ya todo pasó — le dije mientras lo abrazaba y lo consolaba junto con su pequeño hermano. Nos separamos del agradable abrazo y lo miré directamente a los ojos, transmitiéndole mi cariño y sinceridad con una simple y calurosa mirada.
— ¿Estás mejor? — pregunté con una sonrisa.
— Si, mejor... gracias — contestó el zorrito con una pequeña sonrisa, secándose sus lágrimas con la pata que tenía libre.
— Me llamo Michael y ella es mi hermana Emily — dijo descubriendo con su otro brazo a la pequeña zorrita que seguía engarruñada contra su costado. La pequeña fénec al verme, se asustó y se escondió detrás de su hermano, asomando su mirada por encima del hombro del pequeño zorrito.
— Disculpe... es un poco tímida — agregó Michael con una tierna sonrisa. Me alegró que su tristeza desapareciera, ahora, tenía que hacer lo mismo, pero con la pequeña.
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Zootopia: Dark Times
FanfictionTres años después de haberse unido a la ZPD, los héroes de Zootopia Judy Hopps y Nick Wilde combaten al crimen y mantienen la paz y la armonía en la ciudad, haciendo del mundo un lugar mejor. Pero todo eso cambiara cuando sepan la verdad que acecha...