Capítulo X: La Penumbrosa Imagen del Pasado

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Elizabeth

Mis oídos captaban cada sonido del lugar, lo único que podía escuchar en ese momento era la conversación acerca de todo lo ocurrido sobre los ataques en las diferentes zonas de la ciudad, yo, sólo prestaba atención a cada palabra, no tenía ninguna intención de hablar de lo ocurrido, prefería quedarme en completo silencio, además, ya sabía todo acerca de eso, mi hermano Jack me había contado con detalle todo lo que había visto en su travesía con el oficial Levy, nunca había escuchado nada parecido, aquél relato me daba una mala sensación de presagio con respecto a la ciudad, pensándolo bien, me recordaba a lo ocurrido en mi pasado, en Fuchs Tal, todo lo que tuvimos que sobrellevar para llegar hasta aquí, de alguna manera esa sensación me hacía recordar los negros recuerdos de mi pasado, recuerdos que pasaban de forma veloz por mi mente mientras mis orejas recibían con atención cada palabra, dando únicamente prioridad a unas cuantas, las que más estremecían el ambiente. «Miedo, Desesperación, Lágrimas, Pánico... Muerte» pensé con gesto serio volteando a ver a cada animal que se encontraba conmigo, estudiando con mayor detalle cada parte de su cuerpo, algo que me dijera lo que ellos en realidad sentían, sin tener la necesidad de entablar una conversación con alguno de ellos.

Podía apreciar como los gestos de mis compañeros cambiaban a cada palabra que Charlie o Jackson recitaban en el abandonado lugar, el nerviosismo de la situación era estremecedora y la tensión ensordecía los sentidos, la credibilidad de aquellas palabras hacían que mis compañeros tuvieran una expresión de incredulidad en sus estupefactos rostros, todo parecía inverosímil, se notaban serenos según lo que mis ojos percataban, sin embargo, sabía muy bien, que muy en el fondo de sus ojos, un predilecto temor crecía lentamente, por ningún motivo estarían tranquilos durante este misterio, o no completamente.

Ningún suceso podría superar mi terrible pasado, estos eventos no se comparaban en lo más mínimo a lo que mi hermano y yo experimentamos hace diez años, en esa noche de frío invernal. Sin embargo, algo me decía que esto solo sería el comienzo de algo grande, algo que recorría el camino lentamente, acechando poco a poco el disimulado orden que trataba de componer lo que aquellas acciones ya habían causado, estaba completamente segura que, el terror experimentado sería más grande en muy poco tiempo. Mi mente traicionaba el hermoso ideal de que todo había acabado, sabía perfectamente que esto era sólo el comienzo.

Ya pasaron 30 minutos desde que Nick y Thomas subieron al segundo piso, me preguntaba cuál sería el motivo del que Thomas sólo quisiera que Nick y él subieran a ver lo que encontraron en la exploración.

«¿Qué será lo que los demora tanto?» Me pregunté un poco preocupada, Judy se encontraba a mi lado, su expresión de consternación se asemejaba a lo que yo sentía en ese preciso momento, supe enseguida que su preocupación estaba dirigida a nuestros compañeros, supuse que estaba angustiada por Thomas obviamente, pero, no podía ocultar su extremo deseo de saber si Nick se encontraba bien, en ese momento me di cuenta de su verdadero interés por él y me dio una pequeña prueba de lo que en realidad sentía por el zorro, algo que iba más allá de una simple relación de amistad.

Coloqué mi pata sobre su hombro y unas simples palabras de aliento sirvieron para tranquilizar a la coneja. Ella, al sentir mi pata tocándola, no hizo más que dirigir su dolida mirada hacia mí, pude apreciar que su facción de tristeza se hizo más evidente al percatarse de mi presencia.

  — Estarán bien, ya lo verás — dije reconfortando un poco a mi compañera, esas palabras fueron suficientes para aliviar su angustia y su temor.

La respuesta recibida no fue más que una pequeña sonrisa por parte de Judy, no contestó, ni siquiera asintió, pero eso no me molesto en lo absoluto, supe perfectamente que la había tranquilizado con aquello que le había dicho, aveces un gesto dice más de lo que las palabras pueden transmitir y lo que ella hizo fue un claro ejemplo de eso.

Zootopia: Dark TimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora