Capítulo IX: Los Días Negros Por Venir

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Nick

Llegamos a la comisaría y todo estaba completamente tranquilo, no había siquiera señales de que hubieran oficiales en los alrededores, «¿Qué es lo que está pasando? No hay policías custodiando el lugar» pensé un poco preocupado mientras miraba la zona cuidadosamente, me acordé de lo que Thomas me había contado hace rato en nuestro camino hacia acá, y un temor empezó a crecer en mí, seguía preocupado por la situación en la que mis compañeros se encontraban, no sabía si alguno de ellos había sufrido de gran manera a causa del evento, y eso, era de alguna manera frustrante para mí, no quería perder a ningún ser querido, no otra vez.

«Si lo que dijo Thomas es cierto, y atacaron de manera estratégica los lugares donde cada equipo fue enviado con sus respectivas misiones, sin duda alguna, su plan era mantenernos alejados de la estación, ese era su objetivo, eliminar cualquier posibilidad para que la ZPD interfiriera en su cometido» pensé aún más preocupado al asimilar los hechos de la situación.

Algo malo había ocurrido.

Estacioné la patrulla cerca de la entrada de la estación, rápidamente pude observar a dos animales esperando fuera de su vehículo, eran Judy y Elizabeth, me alegré mucho por verlas bien y a salvo, pero me alegré mucho más por ver a Eli otra vez, una extraña sensación nació en la boca de mi estómago y creció lentamente, recorriendo cada parte de mi cuerpo, hasta que finalmente se detuvo justamente en mi pecho.

Aquel choque eléctrico experimentado movió involuntariamente cada extremidad de mi peluda anatomía, no sabía exactamente lo que pasaba, pero de alguna manera hizo que saliera de mi vehículo de forma rápida y optara por correr hacia Eli, los sentimientos que sentía por ella eran difíciles de describir, aunque solo hayan pasado algunos minutos desde la última vez que la vi, tenía el extremo deseo de verla, de abrazarla y de mirar sus hermosos ojos otra vez.

Eli, al verme, corrió de igual forma hacia mis brazos, se veía igual de emocionada que yo. La abracé de forma amorosa y protectora, mi corazón latía a gran velocidad por mi afección, nos separamos del abrazo y nos miramos fijamente. Ese momento era lo que más me gustaba de nuestros encuentros, el poder verla a los ojos e hipnotizarme ante tan intenso cariño que irradiaba su mirar, esa fue la principal razón por la cual me enamoré de ella.

  — Me da mucho gusto verte, Elidije de forma embelesada, mi mirada seguía postrada en sus ojos, estaba completamente fuera de este mundo. Mi pata acariciaba tiernamente su mejilla, ella, al sentir el afecto, solo se ruborizó e hizo el mismo gesto en mí.

  — También me da mucho gusto verte, Nick — dijo Eli completamente perdida en sus pensamientos, acariciaba mi oreja izquierda con una de sus patas mientras colocaba la otra en mi mentón, extendiendo poco a poco sus dedos hasta el punto en el que su palma se encontraba completamente situada en mi ruborizado rostro, tocando el suave pelaje por debajo de mis pómulos.

Al salir de mi ensoñación pude notar como Judy observaba de forma triste la escena, situando poco después su mirada hacia el pavimento, pensando con orejas caídas algo que mortificaba su interior. Me dolía el verla así de triste, mi mejor amiga debía de tener el rostro optimista que siempre mostraba, optimismo que hacía que mis días fueran alegres y divertidos.

Me separé completamente de Eli y me dispuse a caminar hacia donde Judy se encontraba, la cual, seguía con un gesto triste y melancólico, me preocupaba el verla así, tenía que hacer algo para animarla, ayudarla a olvidar lo que tuvimos que pasar momentos anteriores, no sabía con exactitud qué fue lo que pasó para que ella se sintiera así, sin embargo, podría adivinar el motivo si tan solo hablará con ella y reconfortara su interior.

Zootopia: Dark TimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora