Autor del One-Shot: Silvers07
Era una tarde lluviosa, una chica de cabellos castaños se encontraba en su casa esperando que tal vez la madre naturaleza se apiade y la dichosa tormenta dejara de golpear la tierra, pues estar allí encerrada sin nada que hacer la estaba matando de aburrimiento.
Al parecer sus suplicas fueron escuchadas, pues en ese momento sonó el timbre de la casa, aunque pensándolo bien ¿Quién sería capaz de salir con tremendo chaparrón?
—Taniguchi sempai, ¿Puedo pasar? —Preguntó una chica de cabello rosado y mojado debido a la lluvia al igual que sus ropas.
De haber sabido quien era la persona que se encontraba tras la puerta, ni siquiera se hubiera levantado a abrirla, pero bueno, ya estaba aquí y no había nada que hacer.
—De...de acuerdo, pasa —De no ser por esa maldita tormenta ni loca la hubiera dejado, pero el verla en esa situación le hizo sentir pena por ella de alguna manera.
Harumi guio a Matsuri al baño para que pudiera cambiarse. Pasó un buen rato revisando entre sus cosas algo que pudiera usar la pelirosa en su estadía, cuando por fin pudo encontrar algo, se dispuso a entregarle las prendas.
—¡Wahh! —¿Por qué había olvidado tocar la puerta? Frente a ella se encontraba Matsuri, tan solo en ropa interior, cabía destacar que esta estaba igualmente sorprendida por ese momento.
Simplemente no podía quitar su vista de ella, su cuerpo, su piel, el color carmesí que había adquirido su rostro en ese momento que de alguna forma se le hacía tierno. Harumi no sabía lo que pasaba en ese momento por su cabeza.
Mientras con Matsuri era igual, momentos antes se encontraba desvistiéndose para entrar a la bañera y de repente la puerta se abre y se encuentra expuesta a su sempai, no se le ocurria nada, ni un comentario sarcástico para romper ese incómodo momento.
—Ta...sempai, si me sigue mirando de esa forma voy a pensar que usted es una pervertida —De un momento a otro Matsuri recuperó su habitual conducta, lanzándole a la vez una mirada de malicia con el comentario.
—Yo... aquí tienes —Dijo la castaña antes de salir rápidamente de ahí y cerrar la puerta.
Después de un tiempo, la menor bajó a la sala y se encontró con su sempai viendo la televisión, parecía muy concentrada, una maliciosa sonrisa apareció en su rostro.
—Taniguchi sempai —la castaña sintió como susurraban a su oído y cada vez se ponía más roja de ira.
—¡Mizusawa! —reprendió la mayor —Te he dejado quedarte en mi casa, pero si sigues así, prometo que no tendré remordimiento en sacarte de aquí aún con tormenta y todo.
—Ya ya, cálmese, es solo una broma —contesto la pelirosa.
—Ahora bien, ya que parece que estarás un buen rato aquí, ayúdame a preparar la cena.
—Sempai, esa no es forma de tratar a los invitados.
—Yo no te invité, además si no ayudas, no cenas.
—Bien, bien, ayudaré —Matsuri finalmente se dio por vencida.
Y estaban las dos, cortando y mezclando ingredientes, un momento tranquilo hasta que...
—¡Auch!
—¿¡Matsuri!? ¿Estas bien?
—Si si, solo un pequeño corte —respondió la susodicha.
—Déjame ver —dijo acercándose a la menor, tomando su mano para verificar el daño, pero hay estaban de nuevo, de un momento a otro sus miradas habían chocado y ninguna de las dos podía reaccionar, en ese instante un notable rubor teñía las mejillas de ambas.
—Sem...sempai, ¿Podría dejar de mirarme? —finalmente habló Matsuri, más que sarcasmo, esta vez era más una petición, en un tono más infantil.
—Iré por unas banditas —Dijo Harumi saliendo del trance. Después curó la herida de la pelirosa.
—Parece que esta tormenta no parará —dijo Matsuri mientras la mayor lavaba los platos —¿Puedo pasar la noche aquí?
—¿¡Qué?!
—No pensarás en dejar a una pobre niña, salir con este clima.
—Tú no eres una niña pequeña, además, ¿Por qué no fuiste a tu casa directamente?
—Vivo al otro lado de la ciudad, la lluvia me tomó de improvisto.
—Bien, puedes quedarte —dijo de mala gana Harumi —pero duermes en el sofá.
—¿Eh?, vamos Taniguchi sempai, en su cama podemos caber bien las dos además —Matsuri rodeó a Harumi por la cintura sorprendiéndola —con este clima, entre las dos podemos brindarnos calor.
—¡Qué crees que haces pequeño demonio! —gritó la castaña, girando bruscamente, provocando que ambas perdieran el equilibrio y cayeran de golpe en el ya mencionado mueble.
Y nuevamente se encontraban en una situación comprometedora, esta vez sus rostros mucho más cerca, y cuando se dieron cuenta sus labios ya habían chocado y ahora se encontraban en sincronía, saboreando de la boca de la otra.
Harumi sintió como la lengua de Matsuri empujaba para explorar más, no sabía que pasaba en su mente, pero quería más, quería explorar y saborear mucho más los labios de esa chiquilla, así que dejó que el beso se vuelva más ardiente y comenzó a subir su mano por debajo de las prendas de la menor, acariciando su piel, provocando un gemido de parte de esta, fue en ese momento en que reacciono sobre lo que estaba pasando y decidió romper el beso.
Ambas respiraban pesadamente y sus caras estaban envueltas en un fuerte color rojizo.
—Mat...Matsuri yo —Harumi intentó disculparse, pero...
—Taniguchi sempai, asi que aprovechándose de alguien menor ¿Eh?
¡Plaf! Una bofetada cayó en el rostro de la pelirosa.
—¡Idiota! —gritó la castaña mientras subía rápidamente las escaleras.
Matsuri, después de reaccionar, llevó sus dedos hacia sus labios y sonrió maliciosamente.
Mientras, Harumi se encontraba en su habitación, miles de emociones cruzaban su cabeza ese momento; ira, tristeza, alegría, frustración, deseo; no podía creer lo que había pasado allí abajo, no podía dejar de pensar en ese beso, en esa estúpida chica, una cosa era segura, nada de esto hubiera pasado de no ser por esa maldita tormenta ¿Verdad?
Bueno, en vista de que hay muy poco de esta pareja, sobretodo en español decidí contribuir un poco (Espero no ser el único que shippee esta pareja) Gracias por haber leído, ya saben dejen sus reviews, favs, lo que sea. Hasta la proxima. ~ Silvers07
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Citrus One-Shots
Fanfiction✴️ Citrus One-Shots.~ " Donde Yuzu es pasiva - activa, tiene bikini, es una Diva, va con todo y Mei... Mei es Mei. " Los One Shots no me pertenecen, están bajo nombre de su respectivo autor.