La primera vez.

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Autor del One-Shot: angel0wonder

Intentó varias veces hacer frente a distancia o que girara la cara, pero Yuzu siempre estaba ahí, tan cerca, los ojos muy abiertos llenos de un asombro puro que hizo que Mei quisiera encogerse

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Intentó varias veces hacer frente a distancia o que girara la cara, pero Yuzu siempre estaba ahí, tan cerca, los ojos muy abiertos llenos de un asombro puro que hizo que Mei quisiera encogerse.

En cambio los muslos, ya temblando y resbaladizos, traicionada por los mismos espasmos más abiertos a explorar a la rubia.

Era tan íntima, que no se esperaba sentir tan vulnerable.

Mei cerró los ojos con fuerza, con las manos en los hombros de Yuzu en un férreo control, como si todavía se resistiera a tirar de ella más cerca.

Sus interiores se rodaron con un calor que sólo parecía crecer con cada latido ensordecedor de su corazón.

Cada pulgada de la piel igualmente febril de Yuzu se sintió presionada contra ella.

Así que ella obstinadamente mantuvo los ojos y la mandíbula cerradas y deseó su cuerpo no para disfrutar indebidamente en sí demasiado.

Yuzu estaba siendo tan amable con ella, acariciando en toques delicados pero aún no en su interior.

Un gemido producido en lo profundo en la garganta de Mei y su carne expuesta tembló por más, mucho más que la alarma de Mei.

El sonido hizo a una Yuzu jadeante.

Mei tuvo la oportunidad de recuperar el aliento por su desnudo pecho agitado.

—¿Mei? —La voz de Yuzu siempre grietado con la incertidumbre tranquila.

Podía sentir la cara de Yuzu flotando por encima de ella y ella de mala gana abrió los ojos cansados.

Yuzu y su flequillo rubio desordenado y colgando sobre su frente, tenía sus cejas fruncidas por la preocupación.

—Mei... ¿estás bien? ¿Te estoy  haciendo daño? —Susurró llenando lentamente sus ojos con horror ante la posibilidad. —Lo siento, yo-yo no soy muy buena en esto, ¿verdad?

Mei parpadeó sorprendida, confundida por un momento en cuanto a cómo Yuzu llegó a esta conclusión, cuando sintió que Mei estaba lejos de ser completamente deshecha por los toques sin experiencia.

Por la falta de respuesta Yuzu trago saliva y apartó los ojos con vergüenza.

La chica de pelo oscuro reaccionó rápidamente y agarró a Yuzu por sus mejillas. Acunaba la cara de sorpresa de la rubia entre sus manos, las rodillas apretando los lados de Yuzu para mantenerla donde estaba.

Mei tomó varias respiraciones temblorosas, no confiando en su habilidad para hablar por el momento.

Cuando lo hizo su voz era baja y ronca de su excitación.

—No... No, Yuzu, eres perfecta. —Ella trató de tranquilizar lo mejor de su capacidad.

Los ojos verdes de Yuzu buscaron su cara, evidentemente, todavía incierta.

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