Capítulo 6

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No es bueno ser demasiado libre. No es bueno tener todo lo que uno quiere. -Blaise Pascal (1623-1662) Filósofo 

Mamá y Martín se casaron un día de enero. Se fueron de luna de miel sin mí, pero como me dejaron en la casa de los abuelos no me importó. Además me prometieron regalos que cumplieron en traerme. Mamá estaba contenta, Martín estaba contento. ¿Por qué motivo podría yo estar triste?

Me lucí en la fiesta, con mis ocho años vestido de traje y con moño.

Claro que de la luna de miel me trajeron un regalo extra que yo no había pedido. Mamá me dijo que estaba embarazada y que en algunos meses tendría un hermano o hermana. Yo me había pasado varios años esperando esa noticia pero ahora la idea no me entusiasmaba mucho: tendría que compartir a Martín y a mamá.

Al principio no me di cuenta pero a la noche me puse a llorar apenas mamá apagó la luz. Mi hermano o hermana tendría un papá, pero yo no.

Lloré mucho y por la mañana se me notaba la tristeza. Mamá estaba tan apurada que no se dio cuenta pero Martín me miró durante el desayuno y le dijo a mamá que esta mañana él me llevaría al colegio. 

Caminamos los dos en silencio. Yo acababa de empezar tercer frado y la maestra era nueva. Martín caminó hasta ella, y dándole la mano le dijo:

-Mucho gusto. Yo soy Martín, el papá de Santiago. 

Después me dio un beso, una moneda para golosinas y se fue a trabajar. Parece que él  sí podía decir una mentira sin que nadie le dijera nada. Por las dudas nunca se lo conté a mamá, que hace lío por todo.

Cuando nació Candela me gustó que fuera mujer. 

Martín seguiría jugando conmigo a la pelota y además me dejó hacerla de Boca. Creo que Martín no se animaba a decir que a él también le gustaba más Boca que River.

El(h)ijo la libertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora