-¿Qué quieres Harry?...Oh sí, me encanto que me hicieras gemir en cada rincon de mi habitacion. De verdad lo haces bien, eres un dios del sexo. Tuve el mejor orgasmo de mi vida cuando-me tapo la boca con su mano, la quite de inmediato- No vuelvas a hacer eso, no sabes con quien te metes-lo amenacé.
-No te tengo miedo-dijo desafiante.
-Cometiste el peor error de tu vida- lo empuje con todas mis fuerzas, haciendo que cayera sobre el sillon.
Me coloque sobre él y empece a moverme rozandolo apropósito.
Su cara de desconcierto... Pagaría por tener una cámara.
-¿Que pasa Styles? ¿No te gusta?-Harry no respondió con palabras, sino que me acerco bruscamente y me beso.
El timbre sono.
Me deshice de él.
-¿Qué haces?-me preguntó mientras veía como me dirigía hacia la puerta.
-No habras pensado que me acostaría contigo, sólo porque tu tienes ganas, ¿O si?-abrí- Hasta que llegas cariño, te hiciste desear-Austin pasó
-Hola Styles...-lo saludo agitando su mano.
-Cualquier cosa estoy arriba Harry, pero evita molestarme-tome la mano de Austin y subimos las escaleras.
-Adiós Austin-me despedi y cerré la puerta.
Estaba un tanto cansada.
-¿A cuantos te tiraste hasta ahora?-preguntó Steve, desde el sillón que compartía con el rizado.
-Ah, cierto que habías vuelto...-no le preste atención.
-¿Y, es tan bueno como su hermana?-me preguntó.
-¡Stev!-lo reto su amigo que estaba sentado junto a él.
-No te incumbe, hermanito-respondí
-Vamos ______, cuentanos-insistió Stev.
-Eres un pervertido-lo acusé.
-¿A mi me dices pervertido?Yo no era la que estaba gimiendo como loca, y por cierto tienes un chupon en tu pecho-codeó a Harry y se río. Pero ese chupon no era de Austin, sino de Harry- Eso no se saldra con el peine hermanita...
-Ahí tienes tu respuesta...-mire a Harry, él evito mi mirada.
-Como sea, ya estoy cansado, esa rubia me dejo descaderado- se levanto sin entender lo que acababa de insinuar- ¿vienes Harry?
-Si-lo siguió.
Subi a mi habitacion e intente conciliar el sueño, pero la verdad no estaba cansada, no lo suficiente como para caer rendida en mi cama.
Los gemidos fueron una exageracion, obviamente, para divertirme imaginando la cara de Harry.
Después de todo, la habíamos pasado bien la noche anterior, y vaya que aprendía rapido el niño bonito.
Cerraba mis ojos y los recuerdos venian a mi mente.
Sus torpes manos estrujandome...
¡Ya basta _______! No puedes seguir asi, es sólo un niño...
¡Maldición!
Pero este Potter si que sabia manejar su varita, y qué manera de manejarla...
No puedo, no puedo, no puedo.
Me levante y en puntas de pie fui a su habitación, la cual compartía con Stev.
Ambos dormian.
Me meti en su cama y comencé a besarlo.
Él se desperto luego de unos besos y se asustó.
-¿Que haces?-me grito lo más alto que pudo, pero controlando que Stev no lo oyera.
-Shh...-me subí sobre él...-¿No era lo que querias?
-________, tu hermano esta a menos de dos metros.
-¿Y?-continue besandolo desesperadamente.
Habia algo en él que me volvia loca, y sinceramente eran impulsos que no podia controlar.
Harry me levanto en brazos sin separarse un centímetro de mi y me llevó fuera de la habitación.
-_______, basta-me puso contra la pared
-Se nota que quieres parar-comence a jugar con el elastico de su boxer, muy bien rellenado...
-¡Basta!-quito mis manos de allí-Basta _______...-me miro fijo.
Su boca decia 'no' pero su cuerpo decia 'si', y a quién quiero engañar, el mío lo pedia a gritos.
-Ok, mirame y dime que no quieres hacer esto-lo desafié, y reí ante su silencio.
Acaricie con mis manos su pecho, mientras besaba su cuello
- Te escucho Potter...-di suaves mordiscos, haciendo que se estremeciera.
Me quite el camisón que llevaba, quedando solo con un diminuto boxer.
El miro mis pechos y luego desvio su mirada avergonzado
-Mírame Harry-tome su rostro en mis manos e hice que me mirara. Choque su pecho con el mío-Ahora dime que pare, y con gusto lo haré...-susurré contra su boca.
Sus palabras quedaron en el olvido, tenia a Harry comiendo de la palma de mi mano, era mi nuevo juguete.
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The one that got away. | H. S. |
FanfictionPara _________ las reglas están hechas para romperse. La mayoría de las veces se sale con la suya, sin consecuencias, pero esta vez es diferente. Su padre decide darle un castigo, aislarla de su mundo de lujos. Pero eso no es todo, una visita inespe...