La Cambia Formas

Ya en el baile...

*Agregué musica para mejor ambientación*

La mayor parte de mi sentía una increíble repulsión mientras que la otra tenía un poco de miedo por lo que significaba su presencia.

-SU ATENCIÓN POR FAVOR- uno de los sirvientes alzó la voz- DAMAS Y CABALLEROS, CON USTEDES SU ALTEZA; EL REY ÍCARO CON LA COMPAÑÍA DE LA REINA DIANE Y LA PRINCESA EMMA.

Todos sin excepción aplaudieron y estallaron en vítores. Una vocesita me instaba a salir corriendo de ahí pero no podía, no debía y no quería. Así que aplaudí disimulando mi desencanto.

El rey agradece y asiente con la cabeza antes de sentarse en su trono con la delicadeza de una ardilla espinada (no tengo idea de como luce pero el pensamiento me hizo gracia). Me doy cuenta de que junto al rey se encuentra su esposa y su hija en lugares igual de lujosos: la reina era una mujer con una belleza ostentosa, podría verla y creerme que fuera una diosa, sus ropas parecían grandes pétalos de flores cuidadosamente cortadas y hechos a la medida para su esbelta figura, su cuello y orejas lucían piedras preciosas de todos los colores haciéndola parecer un hada, fuerte e imponente. Si la reina era un hada, la princesa parecía una pequeña ninfa, con un vestido de colores vivos, cabello dorado y una corona adornando su cabeza. En sí portaba una belleza casi natural. El rey era una sucia rata al lado de las dos.

Cuando la gente dejo de prestarles atención siguieron con sus platicas y risas, yo sin muchas ganas de relacionarme terminé alejada del gentío probando algunos aperitivos.
Después llegó la hora del baile, que horror.

Me senté en una mesa alejada de la pista, "por favor, padre madre si alguna vez me quisieron por lo que mas quieran eviten que alguien me invite a bailar" rezo en silencio.

-¿Pero que hace una joven damisela tan sola en un rincón desamparada?- me dice un señor gordo con traje refiriéndose a mi.
"Va pues, ya me dejaron algo en claro" susurro de forma casi inaudible.

-Mis disculpas caballero, pero me temo que no vengo preparada para la ocasión además de asegurarle que no bailo muy bien.

Me disculpo con una inclinación de cabeza.

-Mais mademoiselle, perdone mi falta de tacto al decir esto mas considero como una falta de respeto su rechazo a mi humilde invitación.- "Este no va a retroceder" digo para mis adentros con un suspiro.

-Si usted tanto insiste me temo que no podré darme el lujo de rechazarle por segunda ves- acepto y toma mi mano para llevarme victorioso al centro de la pista para bailar una melodía romántica. Plug.

-Puedo notar su actitud un tanto...cortante conmigo bella damisela- dijo interviniendo en un silencio incómodo.

-Para nada mi muy respetable caballero, es solo que como habrá notado me siento un tanto cansada.

-Pero si apenas empieza la velada- me dice confuso, por error le piso un pie y me disculpo rápido.

-¿Me permite a la dama?- intervino un señor de unos cuarenta años, con bigote poblado y un gran problema de calvicie, "gracias dios mío". El hombre me toma de la mano con mas delicadeza y me guía en el cambio de música.

-¿Puedo hacerle una pregunta?

-Por supuesto.

-¿Porqué nunca antes la había visto por estos rumbos jovencita?

-Lamento decirle que provengo de un lugar bastante alejado de aquí señor, se podría decir que es otro país.-termina la canción y es el momento de cambiar de pareja, doy una vuelta y me dirijo al hombre de la derecha.