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M A R A T O N 4/4 ╋

Por más que intentara comprender lo que su amigo decía, no podía, se distraía fácilmente y aún más con la cercanía que Calum mantenía. Suspiró cansado, el moreno lo notó por lo que decidió que sería bueno para ambos el tomar un descanso.

La madre de Calum les llevó jugo de naranja y algunas galletas ya que según ella, no podrían concentrarse con el estómago vacío, aunque Michael sentía que su estómago jamás estuvo vacío,  y es que sentía un montón de mariposas revoloteando dentro de él.

─ Pensé que no vendrías. ─Habló Calum de pronto luego de beber un poco de jugo. Michael mordió una galleta y le quedó observando extrañado.

─ ¿Por qué? ─Preguntó el teñido aún con la boca llena. Calum rió y con la manga de su polerón limpió las migajas que estaban alrededor de los labios del más bajo.

─ Bueno, la última vez no llegaste aunque te lo agradezco la verdad. ─Rió el moreno, Michael le observó desorientado sin saber a qué se refería su moreno amigo.

─ ¿Por qué? ─Interrogó nuevamente, Calum rió.

─ Digamos que gracias a eso, pude estar con April a solas y funcionó bastante bien. ─El moderno formó una gran sonrisa en su rostro, Michael fingió una.

De pronto todas las mariposas que se encontraban revoloteando en su estómago se pudrieron. Se levantó de pronto diciendo que no se sentía muy bien y debía irse, Calum le acompañó a la salida, Michael se despidió con total naturalidad y cuando ya estuvo lejos del campo visual del moreno corrió con las lágrimas cayendo por sus blancas mejillas como dos ríos descontrolados.

Llegó al departamento y entró sin percatarse de que sólo se encontraba Luke con su vieja guitarra de floridos diseños.
El demonio observó extrañado al muchacho entrar, suspiró y se levantó del sofá dejando la guitarra a un lado, caminó a paso lento hasta la habitación del menor y golpeó tres veces.

Del otro lado no se escuchaba nada más que los sollozos de Michael. El demonio quien carecía de paciencia abrió la puerta encontrándose con el pequeño pelirrojo en posición fetal llorando de forma desconsolada.

Luke caminó hasta él y se sentó a su lado, llevó su mano derecha hasta el cabello ya largo del menor sin embargo se detuvo a centímetros de este. Un nuevo sollozo se escuchó y Luke ya sin rodeos acarició los cabellos rojos desteñidos de su adorable presa.


Espero que les haya gustado. :(

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