✝ Pact With The Devil ✝

▼ 54 ▼

† Capítulo dedicado a Itzel_Romano† 

El día domingo los cuatro chicos regresaron a sus hogares, Ashton se encargó de ir a dejar a Calum a su casa y no se fue de allí hasta que el moreno entró a su hogar haciéndole señas desde la ventana. Al ser un viaje agotador, a penas volvió al departamento dio las buenas noches y se tumbó en su cama a dormir, estaba cansado pero tenía una grata sensación en el pecho. Calum había aceptado salir junto a él. 

Por otro lado, Luke se encontraba en la cocina sacando del cereal que Ashton guardaba "secretamente" en uno de los muebles. Mientras se echaba un puñado a la boca y masticaba ruidosamente, observaba de reojo al niño de cabellos casi blancos. Estaba sentado en el sofá en posición fetal, su cabeza bajaba lentamente  y luego subía asustado, se estaba quedando dormido. 

Una sonrisa se formó en su rostro, aunque no entendía porque el pequeño niño no se iba a dormir aún, debía estar cansado y mañana tenía clases. Terminó de comer el cereal, limpió sus manos en una de las poleras de Ashton que había en el sofá y se acercó a Michael. 

  ㅡ Ve a dormir, mañana tienes clases. 

Dijo   sin ser demasiado rudo, pero de igual forma demostrando cierta autoridad. Sin embargo el niño estaba más dormido que despierto por lo que en respuesta, sólo soltó una risa. Luke suspiró y sin demasiada delicadeza se lo echó al hombro para llevarlo a su habitación, Michael siquiera se percataba de lo que sucedía a su al rededor, estaba demasiado cansado. 

Luke lo desvistió y se le quedó mirando por unos minutos. 

Jamás pensó que terminaría enamorándose de esa criatura que le llamó con miedo y lo sacrificó todo por el bien de su familia, era un alma pura que fue corrompida, Igual que su madre. 

Probablemente fue por eso que le tenía tanto odio al principio, le demostraba lo que era la humanidad, lo débil que se es cuando uno es humano, lo mucho que se sufre siendo humano. El mundo no tenía misericordia, todos buscan de forma egoísta sobrevivir, a nadie le interesa si son niños los que sufren o ancianos, son la misma mierda al fin y al cabo. Y aún así, Michael vendió su alma por otras personas. 

Aún después de haberlo roto una y otra vez, el pequeño y aniñado muchacho le perdonó, Michael no merecía estar en el infierno. Él era prácticamente un ángel. 

Su ángel.