✝ Pact With The Devil ✝

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†  Capítulo dedicado a Nancy_Clifford † 

Sus dedos se movían rítmica mente sobre el barandal del balcón en un acto que se debía meramente a los nervios que sentía en ese minuto. ¿Y cómo no estar nervioso? Estaba en el balcón de un último piso junto a un demonio, qué además, pretendía llevarle a la cama en contra de su voluntad.

El rizado demonio, por su parte sonreía con burla ante el nerviosismo obvio del moreno. Se sentó en una de las sillas de la pequeña terraza y posó su mentón sobre su mano, observando fijamente al otro deleitándose con aquella vista.

ㅡ ¿Por qué estás tan nervioso?

Interrogó Ashton sin quitar su mirada de aquel cuerpo, que sinceramente se moría por tocar. Porque sí, deseaba en todo sentido al amigo de Michael.

ㅡ Tengo vértigo.

Respondió en un tono cortante, no era del todo mentira, la altura también estaba afectando sus nervios pero el demonio era la principal razón.

ㅡ ¿Enserio?

Preguntó nuevamente Ashton con sorna, el moreno le miró de mala manera.

ㅡ No.

Respondió a regañadientes.

ㅡ ¿Entonces?

Interrogó el demonio sin cansarse de hostigar al pobre chiquillo, quien estaba considerando seriamente lanzarse del balcón.

ㅡ ¿Te parece poco estar encerrado en el balcón de un veinteavo piso con un demonio que no deja de insinuarse sexualmente?

Exclamó colérico el menor, Ashton soltó una risita pequeña y decidió seguir con su juego.

ㅡ No estás encerrado, puedes entrar.

ㅡ ¿¡Y!? ¡Allá dentro hay dos demonios más y está el mismísimo Lucifer! ¿Cuál es la puta diferencia? Yo sólo quería ver a mi amigo, no revolcarme con demonios.

El rizado se levantó con pereza de su asiento y se acercó lentamente hasta el cuerpo ansioso de Calum. A cada paso que el demonio daba, el cuerpo del menor se tensaba y su corazón daba fuertes saltos.

ㅡ ¿Tan malo es estar con nosotros? Michael parece aceptarlo bastante bien. ¿Por qué tú no?

Y entonces, ambos estaban frente a frente. Ashton sonrió y posó ambas manos a los costados del moreno, tapando toda opción de huida.

ㅡ Sé mío.

ㅡ No, no quiero.

Y sin embargo sus labios cedieron al hambriento beso propinado por el demonio.