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Le era inevitable el no comparar a aquel muchacho de ilusionados iris verdes con un pequeño cachorro jugueteando por las tiendas, y aquello le causaba enorme gracia y una sensación tan cálida que sentía su pecho arder, sin embargo procuraba mantener su rostro serio dando entender que carecía de emociones.

Observaba atento cada movimiento de Michael, observaba su sonrisa cada vez que Ashton le elogiaba diciendo que cualquier color en su cabello se vería bien, observaba sus manos trémulas por el nerviosismo, observaba como mordía su labio inferior en un acto de reflejo por lo indecisión del color, porque a pesar de todo él seguía siendo un muchacho pretencioso.

De pronto sintió la conciencia pesar, sintió el remordimiento, pero también recordó a su madre, recordó su propia debilidad y en un impulso quiso destruir a cada ser humano, pero más a Michael Clifford, porque él recordaba lo débil que era su mente al tratarse de humanos.

Su andar se detuvo llamando la atención de ambos muchachos adelantes, él en cambio no se percataba de nada más que de su pulso rabioso, sus manos apretadas a tal punto que los huesos de sus nudillos eran bastante notorios.

Habían miradas curiosas ajenas al lío que Luke tenía en la cabeza, Luke sonrió, sus ojos de pronto fueron totalmente desconocidos para Michael.

Ashton se acercó a él y con disimulo le hizo volver a caminar. El cuchicheo de las miradas rebosantes en curiosidad se extinguió y ellos siguieron caminando.

Michael, presa del miedo no se separó en ningún minuto del lado de Ashton, y temblaba cada vez que Luke se acercaba. El rubio entonces notó como se había encargado de destruir la belleza de un ser inocente.

─Creo que el color violeta se te vería bien. ─Opinó fingiendo desinterés Luke, Ashton sonrió disimuladamente y Michael se observó en el espejo visualizando el violeta en su cabello.

×

Esa misma tarde, Ashton llamó a dos de sus amigas, Hana y Mia. Ambas chicas se parecían un montón, ambas tenían un rostro de porcelana bello capaz de hechizar a cualquier persona, era lógico, ambas chicas provenían del infierno, demonios disfrazados de una apariencia hermosa para seducir y hacerlos caer.

Ellas, a pedido de Ashton, comenzaron a arreglar a Mike con la condición de que ambos hombres esperaran al muchacho en la sala del departamento, estos así lo hicieron.

El proceso no tardó más de dos horas, Michael caminó por el pasillo tras ambas muchachas quienes soltaron una risilla llamando la atención de ambos. Ambas se hicieron a un lado dejando ver a Michael.

Su cabello violeta, sus ojos verdes delineados de negro algo difuminado, sus labios de color rosa, muy apetecible. Llevaba puesta una polera de Sex Pistols y una camisa de Luke encima, sus pantalones negros ajustados y rotos en la rodilla y unos botines militares.

Luke supo entonces que esa noche no dejaría a Michael dormir, quería torturarlo, quería hundirse en el placer que su cuerpo le brindaba.

×××

perdón por no actualizar ayer, mi salud no ha estado muy bien y mis manos tiemblan tanto que me cuesta un montón escribir.
Amor para todxs♡゙

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