Pervertido. |Sterek AU|

Capitulo 16

—Déjame, pulgoso. Ya te dije que no quiero ir a ninguna parte. —el de ojos miel se cubrió con la sábana hasta la cabeza, haciendo un esfuerzo por ignorar la presencia de su amigo y poder volver a dormir.

—No puedes pasártela encerrado, ya hablamos de eso. No has ido a trabajar, y además, la fiesta será aquí. —la sonrisa deslumbrante de su amigo solo lograba ponerle de peor humor.

—Primero que nada, me despidieron, ya te lo había dicho. Y a lo otro, no hay forma de que mi padre lo permita.

—Pero si ya me ha dado permiso. Incluso él estará un rato. —rió al ver el gesto incrédulo de su amigo.

—¿Qué? No bromees, papá nunca permitiría eso.

—Ve y pregúntale tú mismo.

—¡Papaaaaaaá!

Scott negó con levedad, nada sorprendido ante la pereza de su amigo.

—¡¿Qué quieres, Stiles?! ¡Estoy hablando por teléfono! ¡No me molestes ahora!

—¡¿Qué podemos hacer una fiesta?! -al tener la atención de su padre se permitió gritar un "poco" más bajo.

—¡Sí! ¡Y ahora cállate de una vez!

Se encogió de hombros algo más animado, asiendo una ligera mueca considero volver a gritarle a su padre para agradecerle, pero decidió no tentar su suerte y aprovechar el tiempo y sus gritos mandando a Scott por lo necesario para la fiesta.

—¡Muévete, pulgoso, que no tengo todo el día!

[•••]

—Es la última vez que te hago caso...

—No molestes ahora, Derek, estoy intentando obtener mi llamada.

El nombrado gruñó hacia su tío, más éste ni se inmutó y continuó con la cara entre las rejas.

—¡Parrish! ¡Maldito desgraciado, vuelve! ¡No puedes mantenerme preso! —el ojiazul grito, jalando los barrotes como si con eso se fueran a desprender de su lugar—. ¡Regresa aquí con mi celular! ¡Exijo mi llamada!

El pelinegro se cruzó de brazos, intentando ignorar los constantes e irritantes gritos de su tío, a la vez que intentaba encogerse más en su lugar y pasar lo más desaparecido posible.

Como si fuera verdaderamente posible vestido así...

—Oye, viejo... ¿No crees que es algo pronto para Halloween?

El hombre que se encontraba en la celda continua se acercó hasta los barrotes que separaban ambas, asomando su esquelética cara por un espacio entre dos de las barras de metal. Su risa aguda y exasperante termino con la poca paciencia del ojiverde, quien gruñó aún más fuerte haciéndolo callar. Aunque solo fue por unos segundos, ya que el hombre soltó una carcajada y tambaleándose regreso al frío banco de su celda, murmurando un apenas entendible "Estos jóvenes y sus nuevos gustos raros".

—¡Parrish! ¡Necesito ir a orinar, maldito!

El grito de Peter seguido de las pesadas pisadas del oficial Jordan le regresaron algo de esperanza a Derek. Al menos intentaría que Parrish le dejara hacer su llamada.

[•••]

—¡¿Dónde está ese imbécil?!