Capítulo 6

19 4 2
                                    

Decidí olvidarme de la pelea que teníamos pendiente y ayudarle en este asunto que parecía muy importante para él. Le puse la mano en el hombro y entonces me miró. Le hice una sonrisa y le dije: «No sé en qué lio te has metido, amigo. Pero te ayudare a salir de esto, no estás solo». Entonces Sorato sonrió y su autoestima subió bastante respecto antes.

-        ¿Qué hacéis aquí? – preguntó Sorato.

-        Hemos venido a saludarte, colega – dijo el chico serpiente.

-        Hacía mucho tiempo que no te veíamos Sorato – añadió la chica – Parece que tu amigo ya sabe algo de la historia, ¿cierto? Pero no se la has contado como verdaderamente ocurrió. Es cierto que te investigaron, pero tú no te fuiste sin más. Provocaste un huracán en todo Londres. Londres se vio sumergida en la deshonra, más de la mitad de su población tuvo que marcharse, pero lo mejor de todo era que la otra mitad aún estaba en la ciudad cuando el huracán llego. Nosotros mimos, lo vimos todo. Hacía cinco minutos que te habíamos visto, cuando entramos en clase, sin embargo, ya no estabas. Unos hombres te perseguían y nosotros no sabíamos que estaba pasando. Daichi voló por los aires juntamente con todo el techo de la escuela. Así se quedó ciego. Fue horrible. Casi morimos todos. Nuestros amigos, conocidos, profesores, padres, casi todos muertos y todo por tu culpa. No eres consciente que fuimos unos afortunados en salvarnos. Éramos tus únicos amigos a causa de que eras un Majishan pero nos traicionaste y te largaste sin dejar rastro media ciudad. Por suerte, varios magos nos salvaron y nos llevaron a sitios seguros. A día de hoy aún recuerdo todas las cicatrices que me hice ese día, pero la más grande fue saber que fuiste tú el que nos traicionaste.

Entonces Mizuki empezó a llorar. Los otros también se les caían lágrimas. Sorato parecía que en cualquier momento empezaría a llorar porque tenía los ojos demasiado rojos. Su historia parecía ser muy profunda, y ahora empezaba a entender el porqué de todo.

-        ¡Pero fuimos fuertes! – gritó el chico alto – ¡Nos hemos estado entrenando para devolverte todo lo que nos hiciste!

-        Chicos... - susurró Sorato con lágrimas en los ojos – Yo no tuve más remedio...

-        ¡¡Nos lo podrías haber dicho!! – exclamó el chico serpiente.

-        Me tenían acorralado, mi magia era todavía inestable... – parloteó Sorato – Lo único que podía hacer era pensar en que todo desaparecería y ya, por eso provoque ese huracán... a día de hoy me he estado arrepintiendo, ¡¿acaso no creéis que no he estado pensando en ello?! Los primeros días no pude ni dormir pensando en ello, gracias a amigos como Tetsu pude recuperarme poco a poco.

En ese momento, la chica dejo de mirar mal a Sorato. Parecía haber captado algo que ninguno de los dos chicos veía. Sin embargo, los dos chicos detrás de Mizuki parecían enfurecidos y muy alborotados. Así que los dos empezaron a prepararse para un inminente combate. El chico serpiente sacó una catana que llevaba en su parte izquierda del cinturón. Toco la punta de la catana y entonces se puso en posición. El otro, sacó una especie de maza, era enorme y gigantesca, al igual que la estatura del brazo de él.

-        No hay escusas que valgan, amigo – dijo el chico serpiente.

-        ¡Hayate! – bramó Mizuki – Daichi, ¿tú también? Tal vez deberíamos darle otra oportunidad y si tal vez...

-        ¡No! – gritó Daichi – No hay escusas que valgan, hace mucho tiempo me echaste a tirar vientos, Sorato. Pero esta vez, ¡te prometo que no dejaré que tu viento me roce siquiera!

Daichi, que era alto y robusto como una roca, se abalanzó hacia Sorato con una fuerza impactante. Se oían perfectamente todas las pisadas que había hecho, era increíble lo mucho que llegaba a pesar, parecía una roca literalmente. Su maza chocó con una ráfaga de aire que iba directamente hacia él. Sin embargo, no se movió de su posición. Aunque Sorato le lanzaba viento y mucho más viento, él seguía avanzando poco a poco riéndose de la magia de Sorato. Entonces, Shun salió de detrás de nosotros, dio un salto y se posicionó encima de todos, utilizó su magia y nos transportó a todos en un lugar desconocido, apartado y muy diferente de la ciudad. Seguramente lo hizo para que no causáramos más destrucción de la que ya había. Me alegré de ver a Shun, sin embargo, no estaba Aki con él. Y la magia del espacio es bastante compleja, se necesita una gran fuerza, lo que lo había debilitado para el combate.

MAJISHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora